
En la frontera entre lo delicioso y lo delirante nació la Fluffy Coke: un experimento de TikTok que combina Coca-Cola y crema de malvavisco para crear una espuma azucarada tan fotogénica como improbable. La idea surgió en un vídeo de Emma Grace & Memama, nieta y abuela, que recubrieron un vaso con Marshmallow Fluff, añadieron hielo y vertieron el refresco. En segundos, las burbujas hicieron magia y millones de usuarios quedaron fascinados por la textura que parecía algodón de azúcar líquido.
“Ese momento en que la Coca-Cola se mezcla con el Marshmallow..."
Entre la nostalgia y el exceso de TikTok
La Fluffy Coke tiene una fuerza emocional inesperada. Evoca meriendas de infancia y ferias de verano, pero también un gesto de rebeldía frente a la obsesión saludable. Es dulce, descarada y visualmente irresistible: perfecta para las redes. Su espuma recuerda a los antiguos floats americanos, aunque sin helado, y su aspecto brillante la ha convertido en un fenómeno global. En palabras de un analista gastronómico:
“La cocina viral no busca nutrición, busca emoción visual.”
Y vaya si lo consigue: el hashtag #FluffyCoke acumula millones de visualizaciones y ha inspirado versiones con refrescos de cereza, sirope de vainilla o incluso espuma tostada de azúcar, aunque también hay versiones light
La receta más absurda (y genial) del año
Lo que empezó como una broma de sobremesa ya se está colando en bares y cafeterías. En Miami la sirven con Dr Pepper, en Tokio con yuzu, y en Madrid o Ciudad de México algunos bartenders la reinterpretan con cola artesanal y una capa de fluff caramelizada. Lo absurdo se ha convertido en sofisticación. Porque, en realidad, esta espuma dulce representa la libertad creativa de una nueva era gastronómica: aquella en la que los límites entre juego y cocina se disuelven.
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La Fluffy Coke no se bebe por sed, sino por curiosidad. Es el símbolo de cómo la gastronomía digital reinventa lo cotidiano y lo convierte en espectáculo. En una época en la que las redes dictan tendencias, esta bebida resume una verdad contemporánea: la viralidad también se cocina. Y aunque su fórmula no sea precisamente saludable, su impacto cultural ya está servido.
Receta de Fluffy Coke (versión original)
Tiempo: 5 minutos | Dificultad: mínima
Ingredientes
- 1 vaso alto (350–400 ml), muy frío
- 2–3 cucharadas (30–45 g) de Marshmallow Fluff (crema de malvavisco)
- 200–250 ml de Coca-Cola bien fría (lata pequeña o estándar)
- Hielo en cubos (al gusto)
- Opcional: 10–15 ml de sirope de vainilla o cereza, 2–3 chorritos de zumo de lima
- Pajita ancha o cuchara larga
Elaboración
- Enfría el vaso. Si puedes, 10 minutos en el congelador para mejorar la espuma.
- Unta el fluff. Con una espátula o cuchara, cubre las paredes interiores del vaso con una capa uniforme de crema de malvavisco (sin llegar al borde).
- Añade hielo hasta la mitad o tres cuartos del vaso.
- (Opcional) Saboriza. Vierte el sirope elegido o la lima sobre el hielo.
- Sirve la Coca-Cola lentamente, pegando el chorro a la pared del vaso. Deja que el gas “levante” la crema y forme la espuma.
- Mezcla a tu gusto. Da 1–2 vueltas suaves con la pajita/cuchara para integrar parte del fluff, pero conserva capas visibles. Sirve inmediatamente.
Porque a veces, entre tanta sofisticación, la alta gastronomía también necesita un poco de espuma.
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