
En el mundo actual, dos de los espacios que más bienestar y felicidad generan son la gastronomía y el turismo, y ambos mantienen un vínculo muy estrecho.
Cada vez más, buscamos viajes hechos a medida, en los que predominan las experiencias por encima de otras cosas. Y, en ese sentido, el turismo gastronómico ha cobrado un gran protagonismo en los últimos años.
No son pocos los turistas que planean sus desplazamientos en función de la gastronomía, ya sea para conocer un restaurante de renombre, la cocina y los alimentos regionales o para hacer algún tipo de agroturismo. Esto ayuda a que los destinos mejoren su oferta y se especialicen, incluso, como destinos gastronómicos, mientras se promueve un turismo de calidad.
Por eso, la Academia Iberoamericana de Gastronomía estableció una alianza, hace un tiempo, con la Federación Mundial de Periodistas de Turismo en España, FIJET España, con el objetivo de promover la gastronomía y el turismo, especialmente en el ámbito de Iberoamérica.
Recientemente, FIJET España ha publicado un libro, con el impulso de su presidente, Miguel Ángel González, que me parece muy interesante: “España. Viajes de autor”. El libro pone de manifiesto la importancia de conocer los destinos que se visitan de una manera más personal y consciente.

Viajes de autor por España
Esta interesante y útil publicación incluye una selección de artículos publicados por diferentes periodistas viajeros españoles, con un punto de vista muy personal y auténtico, en el que explican una serie de destinos en nuestro país desde varias perspectivas: cultural, histórica, natural… y con una visión cercana, bella y alejada del turismo masificado.
El libro no está a la venta, pero se puede descargar desde su página web. Se trata, según definen desde la asociación, de “una obra colectiva única que nace del espíritu explorador y la vocación periodística de FIJET España. Se presenta como un viaje literario y emocional a través del territorio español, contado por 14 reconocidos periodistas”.
“Cada autor comparte su experiencia personal y profesional, ofreciendo relatos profundamente humanos, reveladores y cuidadosamente narrados. Esta colección de textos nos traslada a pueblos remotos, parajes naturales poco transitados, ciudades con alma e historias olvidadas, que cobran vida a través de la mirada íntima de quienes han hecho del viaje su oficio y su pasión”.
Y algo que me parece que hay que poner especialmente de relieve: “Este proyecto editorial forma parte de las iniciativas que FIJET España impulsa para promover el turismo responsable y el periodismo especializado, contribuyendo a la puesta en valor de territorios menos visibilizados y fomentando el conocimiento profundo de nuestra geografía a través de la palabra escrita”.

Turismo de calidad a través de la gastronomía
Creo que es una forma excelente de fomentar un turismo más profundo y enriquecedor, por lugares poco transitados, pero también por otros que conocemos bien y, sin embargo, lo hacemos, a menudo, de una manera superficial.
Y una buena forma de hacerlo es a través de su gastronomía, de sus platos tradicionales, de sus alimentos y bebidas, de las costumbres en fiestas y celebraciones, de los restaurantes donde comen los locales... Conozcamos la cultura y la historia que hay detrás de la gastronomía propia de cada destino.
Enrique Sancho explica, en uno de los artículos, que la espicha es la comida más típica de la capital asturiana. “La espicha es el nombre del trocito de madera, con forma cónica, que se utiliza a modo de tapón de las pipas donde se almacena la sidra. (…) Para acompañarla vale casi todo, pero lo más tradicional suelen ser raciones con sabor típicamente asturiano: chorizo a la sidra, tablas de quesos, empanadas, lacón con patatas, huevos cocidos, embutidos, fritos de bacalao, tortilla… Se trata de una comida informal, casi siempre de pie, y se va picando de un plato o de otro, mientras se charla distendidamente”.
Y dice Joaquín Muñoz, refiriéndose a la gastronomía de Castilla-La Mancha: “Ha tenido esa cocina, la mayor difusión que imaginarse pueda, gracias al segundo libro más traducido después de la Biblia: ‘El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha’, que se nos antoja un completo y original recetario de cocina. Más de un centenar y medio de comidas o formas de preparar los alimentos, aparecen en la inmortal obra de Cervantes, y tan sólo hay tres o cuatro capítulos en los que la comida esté ausente”.
Son algunos ejemplos de cómo puede conocerse un lugar a través de su gastronomía, y la gastronomía desde una visión más amplia y con una mayor conciencia. Porque no hay que olvidar que ésta es una parte fundamental de nuestra identidad y de nuestra cultura.
Quiero felicitar a FIJET España, porque todas las iniciativas que permitan disfrutar más con el turismo, y paralelamente con la gastronomía de los lugares que se visitan, merecen un elogio.