Septiembre regresa, y con él, la vida en las calles de Madrid. Es cierto que la ciudad ya nunca se vacía del todo, pero los madrileños desaparecen: unos se encierran a cal y canto con el aire acondicionado encendido las 24 horas, y otros cargan los maleteros para huir del calor asfixiante rumbo a las costas. El turista madrileño es como un segundo residente: todos lo ven, lo escuchan y lo reconocen, pero siempre tiene la mirada puesta en volver a casa, al corazón de España, donde lo esperan sus costumbres de siempre: el vermut, la cerveza y, cómo no, el agua del grifo. Así es, el madrileño ya espera pedir su Beer Mouth, un cóctel que juega con lo internacional, pero mantiene intacta su autenticidad de gato.
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Vermut y cerveza, juntos en la misma copa
Cuando mezclas lo mejor de los dos mundos –o de los dos “Madriles”–, surge el Beer Mouth. La sencillez se sirve en vaso, pero los sabores resultan complejos, especiados y con mucha personalidad. Es la bebida perfecta para refrescarse en el aperitivo a partir de septiembre, tanto si eres local como turista.
Lo único imprescindible es contar con buenos productos: vermut de calidad y cerveza bien elegida. Eso sí, también se necesita paciencia. Aunque parezca fácil de preparar, requiere la técnica de un buen servicio para amalgamar los sabores sin perder el gas.
El cóctel de las terrazas madrileñas
El Beer Mouth se ha ganado un sitio en los encuentros informales. Los amigos se reúnen los sábados y domingos por la mañana para tomar vermuts o cañas, y este cóctel aparece cuando ya se han sentado en la terraza, con unas aceitunas de por medio y es el momento perfecto de mezclar bebidas e intercambiar risas.
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Dos vermuts, un mismo cóctel
A veces hay que saber elegir, y otras, tener claro lo que te gusta. Con el Beer Mouth, el vermut rojo combina a la perfección con cervezas fuertes de cebada y tipo ale, mientras que el vermut blanco marida mejor con una pilsen o una cerveza de trigo.
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Ingredientes
8 cl de vermut
25 cl de cerveza
1 rodaja de naranja
Un secreto: si hace mucho calor, un hielo no está de más, aunque lo ideal es servirlo en jarra fría… no vaya a ser que los puristas de la cerveza te miren mal.
Preparación
Vierte primero el vermut en el vaso.
Añade después la cerveza muy poco a poco, inclinando el vaso para que no genere demasiada espuma.
Remueve suavemente para que se integren sin romper las burbujas.
Disfruta tu Beer Mouth a pequeños sorbos. No porque dure más, sino porque la combinación de dos alcoholes eleva su graduación.
Bienvenidos de nuevo, madrileños.
