Comidas prohibidas en el cónclave desde el siglo XIII: lo que no se sirve cuando se elige al Papa

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¿Quién es el nuevo Papa?

Robert Francis Prevost, de 69 años, originario de Chicago pero vinculado por 40 años a Perú.

A partir del 8 de mayo de 2025 el nuevo Papa es León XIV

Curiosidades sobre el Cónclave 

El cónclave papal no solo está rodeado de secreto y solemnidad, también de normas estrictas que regulan qué se puede —y qué no— comer. Desde el siglo XIII, los cardenales electores han estado sometidos a un reglamento alimentario tan simbólico como funcional.

¿Qué comidas están prohibidas durante el cónclave?

Durante el proceso de votación del nuevo Papa, los alimentos deben cumplir reglas estrictas:

  • Está prohibido servir alimentos que puedan ocultar mensajes, como empanadas, aves enteras, pasteles o bollos rellenos.
  • Solo se permiten comidas abiertas y visibles, como frutas, verduras, embutidos o carnes frías.
  • El agua y el vino deben servirse en recipientes transparentes.
  • Todas las comidas pasan por catadores y son supervisadas por guardias suizos.

Esta normativa se originó en el siglo XIII con el Papa Gregorio X, tras un cónclave de tres años que provocó tal desesperación en la población que se llegó a amenazar con pan y agua si no elegían pronto al pontífice.

Comidas típicas del cónclave: sencillez italiana

A pesar de estar en Roma, cuna de la buena mesa, el menú cardenalicio es austero. Basado en la tradición italiana, incluye:

  • Ensaladas y verduras frescas de temporada.
  • Legumbres como pasta e ceci.
  • Carnes frías o guisos sencillos.
  • Platos tradicionales del Lazio y Abruzzo, como saltimbocca o arrosticini.
  • Caldo de pollo y minestrone.

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El control alimentario como herramienta de vigilancia

Desde el siglo XIV, la comida en el cónclave ha sido objeto de sospecha. Los alimentos podían ser utilizados para envenenar o para enviar mensajes secretos. Por ello:

  • La cocina está custodiada.
  • Las monjas o cocineros trabajan bajo supervisión.
  • Cada ración es entregada a través de una ruota, una bandeja giratoria.

 El vino y la presión de la espera

Aunque no se prohíbe el vino, su cantidad y calidad son limitadas. Durante los primeros días se permite una dieta normal, pero si no se elige Papa en ocho días, se restringe a pan y agua, como medida de presión.

La gastronomía fuera del cónclave: preludio con sabor romano

Antes del encierro, los cardenales disfrutan de la cocina romana. Se han visto cardenales degustando alcachofas a la romana, carbonara o gelati por Roma. Tabernas como La Taverna o Caffè dei Papi han sido punto de encuentro.

El cónclave como espejo de la austeridad papal

En tiempos modernos, la austeridad ha sido una línea marcada por pontífices como Francisco I. La comida del cónclave refleja este espíritu: sencilla, transparente, sin excesos ni lujos.

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