

En España, el cóctel de gambas se asocia a celebraciones navideñas y a recetarios de otra época. Sin embargo, en Estados Unidos este clásico retro ha renacido convertido en símbolo de lujo. El caso más llamativo está en Miami, donde se sirve el cóctel de gambas más caro del país: 34 dólares por solo tres piezas.
Como recoge The New York Times, Tanya Sichynsky explica que para preparar un cóctel de gambas verdaderamente decadente hay que recurrir a las más grandes del mercado: las famosas U-10s, langostinos de calibre premium, con menos de 10 piezas por libra.
¿Un capricho elitista?
El responsable de esta reinterpretación es Thomas Keller, uno de los chefs más prestigiosos de EE.UU., que dirige el Surf Club Restaurant del hotel Four Seasons Miami. Allí, las gambas U-10 (langostinos gigantes) se presentan acompañadas de salsa cóctel. Nada más.
¿El resultado? Un precio que supera los 10 dólares por gamba, más caro incluso que media docena de ostras Rockefeller o un pastel de cangrejo. El cóctel se convierte así en un capricho elitista, un guiño al hedonismo de mediados del siglo XX que hoy seduce a los bolsillos más pudientes.
Opinión: ¿tradición o exceso?
Es innegable que este plato retro despierta nostalgia y exclusividad, pero también plantea preguntas incómodas. ¿Se está pagando por el producto o por la idea de lujo que lo rodea? ¿Hasta qué punto la inflación y el marketing han inflado un plato que, en España, apenas se rescata en las fiestas navideñas?
Tom Mackenzie, director general del Surf Club, lo defiende así:
“El cóctel de gambas es un plato familiar, ligado a celebraciones. La gente busca esa vía de escape más que nunca. Y este plato, simplemente, resalta”.
¿Un futuro para el cóctel de gambas en España?
Quizás resalte, sí, pero también divide opiniones. Mientras en Miami se paga a precio de oro, en España sigue siendo un clásico que espera su segunda oportunidad. La pregunta es: ¿lo veremos renacer en nuestras mesas o seguirá siendo un recuerdo vintage?