

En 1863, el químico corso Angelo Mariani presentó al mercado el Vino Mariani, una bebida revolucionaria que combinaba vino de Burdeos con hojas de coca. La mezcla producía un compuesto llamado etilencoca, que potenciaba los efectos vigorizantes de la planta. Se anunciaba como remedio contra la fatiga, la melancolía, la gripe o la malaria, convirtiéndose pronto en un fenómeno internacional.
Intelectuales y líderes fascinados por sus efectos
El vino cautivó a escritores como Arthur Conan Doyle, Julio Verne, Émile Zola, Paul Verlaine o Mark Twain, así como a figuras políticas y sociales de la época: el zar Alejandro II, la reina Victoria de Inglaterra o el general estadounidense Ulysses S. Grant. También personalidades científicas como Sigmund Freud, Thomas Edison y los hermanos Lumière lo consumían con frecuencia.
El mayor reconocimiento llegó desde el Vaticano. El Papa León XIII no solo alabó públicamente sus virtudes, sino que otorgó a Mariani una medalla de honor y prestó su imagen para una campaña publicitaria, asegurando que la bebida lo ayudaba en su vida de retiro ascético.
Te puede interesar leer: El Vaticano, líder de consumo de vino per cápita
Del furor a la prohibición
A medida que la demanda aumentaba, Mariani sustituyó la hoja de coca por cocaína sintetizada químicamente. La bebida fue precursora de otros tónicos, como la Coca-Cola, que en su origen contenía cocaína en su fórmula. Durante varias décadas, el Vino Mariani fue legal y ampliamente consumido, hasta que en 1914 se prohibió en vísperas de la Primera Guerra Mundial.
Antes de su desaparición, el vino fue considerado casi milagroso: Julio Verne llegó a afirmar que podía “alargar la vida humana cien veces”. El propio Papa León XIII vivió hasta los 93 años, lo que alimentó aún más la fama del producto.
Un capítulo curioso en la historia de la gastronomía
El Vino Mariani no solo refleja la fascinación de finales del siglo XIX por la ciencia y los tónicos medicinales, sino también los riesgos de sustancias cuyos efectos adictivos se descubrieron demasiado tarde. Hoy, este vino forma parte de las historias más singulares de la gastronomía mundial, recordándonos cómo la innovación, la ciencia y la cultura se han entrelazado a lo largo del tiempo.