Si la familia y la comida siempre han ido de la mano, ahora es momento de dedicarle un plato al tercero en discordia. En Huelva, le dan un nombre un tanto polémico a un delicioso postre: el engañamaridos.
Harina, aceite y vino, ¿dónde está el engaño?
Aunque sus ingredientes son típicamente onubenses, su nombre no tanto. Se elabora simplemente con harina, aceite de oliva y vino blanco. Con esta sencilla mezcla, se obtiene un engañamaridos muy sabroso, sin ninguna connotación malintencionada.
Se trata de un postre frito, típico de Andalucía, que tiene un sabor similar al pestiño y una apariencia parecida a un paparajote sin hoja. El engañamaridos es crujiente en su masa y dulce por el azúcar y la canela que lo espolvorean.
El que confunde es su nombre
Pero si estás leyendo esto, probablemente sea por el nombre tan curioso que tiene, que nada tiene que ver con malpensados.
Es el propio postre el que engaña a los maridos, ya que tradicionalmente las mujeres les decían que este era un postre muy laborioso, cuando en realidad se prepara en pocos minutos. De esta forma, ellas podían dedicarse a sus tareas sin tener que dar muchas explicaciones a sus esposos.
Los engañamaridos son un dulce típico del pueblo de Valverde del Camino, en la provincia de Huelva. Se dice que su receta se perdió con el tiempo, pero hoy la tradición ha vuelto a ponerlo de moda… ¡el dulce, no los maridos!
