En esta edición de Un Vino, Un Sumiller, viajamos al corazón del Bierzo a través de una copa de La Llorona, una de las etiquetas más personales y reconocidas de Verónica Ortega, una enóloga que ha roto barreras dentro y fuera de España. Y lo hacemos guiados por la mirada sensible y analítica de Melina Rodríguez, sumiller del restaurante Manifesto 13 en Madrid, cuya historia personal está tan ligada al vino como la de la propia Llorona.
La vida que lleva al vino: el camino de Melina Rodríguez
Para Melina, el vino no fue un destino inmediato, sino un descubrimiento progresivo.
Su primera conexión no fue con una botella, sino con la coctelería, que empezó como un hobbie para recibir a amigos en casa, para crear experiencias incluso en contextos informales. Allí entendió el verdadero significado de la hospitalidad: hacer que alguien se sienta cuidado.
Esa primera chispa la impulsó a estudiar sumillería en CAVE, una de las instituciones más reputadas de Argentina. Allí encontró a los mentores que, según ella, marcaron su carrera: profesionales apasionados que entendían el vino como un lenguaje, una cultura y una manera de estar en el mundo.
Su formación la llevó a ocupar posiciones clave:
- Mishiguene, donde dirigió una de las cartas más relevantes de Buenos Aires.
- Los proyectos de Aldo Graziani, gestionando una bodega con más de 1.500 referencias.
- Grupo Mezcla, coordinando el universo vinícola de tres restaurantes.
- Casa Cavia, referente internacional de gastronomía, diseño y narrativa culinaria.
Años después, guiada por sus raíces familiares, Melina regresó al país de sus bisabuelos. En Madrid encontró su lugar en Manifesto 13, un proyecto donde confluyen técnica, sensibilidad, diversidad cultural y una profunda apuesta por la excelencia.
¿Por qué eligió La Llorona? Una historia de evolución y emoción
Cuando le preguntamos por qué eligió este vino para la sección, Melina responde con convicción:
“Me gusta la idea de evolucionar en la vida, de generar impacto. Y este vino es exactamente eso: evolución pura.”
La Llorona es la continuación de un proyecto de Godello anterior que, tras cerrarse, renació convertido en una versión más precisa, madura y vibrante.
Procede de viñas de más de 50 años, un patrimonio vivo que aporta carácter, concentración y una identidad marcada por el tiempo.
Pero, más allá de la técnica, a Melina le emociona la sinceridad del vino.
“Dice lo que es, sin artificios”, afirma. Un vino que no pretende impresionar, sino expresar.
Un Godello que habla: frescura, mineralidad y una elegancia natural
La emoción de Melina se concreta en tres palabras: sinceridad, frescura y mineralidad.
Es un Godello que combina:
- Aromas limpios y vibrantes
- Mineralidad muy marcada, propia del Bierzo
- Textura untuosa, pero equilibrada
- Una versatilidad sorprendente
Es un vino perfecto para:
- una tarde tranquila entre amigos
- una comida con platos de acidez marcada
- o un menú de cocina contemporánea, como el de Manifesto 13, donde conviven técnicas peruanas, asiáticas y mediterráneas.
La Llorona no impone: acompaña, realza, conversa.
El Bierzo según Verónica Ortega: un territorio que se expresa en la copa
Hablar de La Llorona es hablar de Verónica Ortega, una enóloga que ha trabajado en algunos de los templos más importantes del vino mundial, como Domaine de la Romanée-Conti (DRC), y que hoy es una de las voces más influyentes del Bierzo.
El proyecto nace en Valtuille, una de las zonas más privilegiadas de la DO Bierzo, donde la Godello encuentra:
- suelos minerales profundos
- clima atlántico con personalidad
- potencial enológico extraordinario.
Verónica quería llevar la Godello hacia una versión más elegante, precisa y longeva. Y lo consiguió: La Llorona es un vino que interpreta el Bierzo de manera íntima, honesta y profunda.
Melina lo resume así:
“Este vino habla por sí solo.”
Características de La Llorona Godello
- DO Bierzo
- Viñas de +50 años
- Frescura vibrante
- Mineralidad marcada
- Untuosidad elegante
- Producción limitada
- Perfecto para maridajes de acidez, pescados, cocina nikkei y platos con chispa cítrica
Si La Llorona fuera una persona…
Melina no duda:
“Sería alguien resiliente, con fuerza de voluntad y en constante evolución.”
Una definición que también encaja con su propia historia, con la de Verónica Ortega y, de alguna manera, con la esencia del Bierzo.
Verónica Ortega en tres palabras
- Fuerza
- Carácter
- Calidez
Tres conceptos que atraviesan todos sus vinos.
Maridaje en Manifesto 13: un diálogo perfecto entre Perú y España
Melina elige un plato de la carta de Manifesto 13 para acompañar La Llorona:
Tiradito de dorada con leche de tigre de lulos. El lulo, fruta de la familia de la naranjilla, aporta una acidez chispeante que, junto con la frescura y mineralidad del Godello, crea un equilibrio precioso.
El resultado es un bocado vibrante que define la filosofía del restaurante: cocina elegante, técnica impecable y raíces que dialogan con el mundo.
Una anécdota que une a dos mujeres y un vino
Cuando Melina llegó a Manifesto 13, buscaba un vino especial para su maridaje:
- difícil de encontrar
- de producción limitada
- capaz de sostener un menú lleno de texturas, acidez, cítricos y especias,
- y con una historia que emocionara.
Junto a la chef Danitza Alpaca, encontraron La Llorona.
Un vino creado por una mujer que no aceptó límites y que siguió su camino hasta volver a España, su país natal.
Esa energía, dice Melina, las inspira cada día a liderar un equipo con fuerza, sensibilidad y empatía.
Y, si no te quieres perder ninguna de nuestras historias, Un Vino, Un Sumiller