

La historia líquida también se sirve en copa. Y pocos cócteles la representan tan bien como el Automobile, una receta clásica que mezcla elegancia, carácter y una justa medida de misterio. Aparecido por primera vez en 1934 en el recetario norteamericano The Official Mixer’s Manual, este cóctel volvió a figurar apenas dos años después en Europa, en el manual The Artisti of Mixing Drinks, prueba de su precoz internacionalización.
Un combinado para sibaritas de la hora del vermut
Aunque poco conocido en la carta habitual de bares modernos, el Automobile ha sido reivindicado en los últimos años como una joya del aperitivo. ¿El motivo? Su fórmula lo acerca a clásicos como el Martínez, el Manhattan, el Vieux Carré o el Rob Roy, pero con un toque más seco y cítrico que lo convierte en una elección ideal para abrir el apetito.
Su equilibrio entre el amargor del bitter de naranja, la suavidad del vermut y la contundencia del whisky, permite saborearlo lentamente, sin que el alcohol enmascare la complejidad aromática.
¿Es anterior a la Ley Seca?
Algunos expertos aseguran que el Automobile ya circulaba por los bares antes incluso de que la receta se plasmara por escrito. El uso de ingredientes como whisky, vermut y ginebra, en épocas donde muchos eran difíciles de conseguir, especialmente durante la Ley Seca en Estados Unidos, alimenta la teoría de que se trata de un cóctel más antiguo, transmitido oralmente entre bartenders clásicos.
Cóctel Automobile
Para preparar un Automobile como manda la tradición, se recomienda emplear ingredientes de alta calidad, empezando por un whisky con carácter, como DYC 8 años:
- Whisky DYC 8 años
- Ginebra
- Vermut poco dulce
- Bitter de naranja
Elaboración paso a paso
- Enfría bien la copa antes de servir.
- En una coctelera con hielo, añade a partes iguales whisky, ginebra y vermut.
- Añade un golpe de bitter de naranja.
- Mezcla con energía y cuela en la copa.
- Sirve sin decoración para que el aroma sea el verdadero protagonista.
Un cóctel sin florituras, pero con historia
Lo mejor del Automobile es su sobriedad. No necesita garnish ni parafernalia. Es un cóctel de los que se beben con pausa, ideales para una conversación pausada en una terraza elegante o como introducción a una cena sofisticada. Su sabor seco y complejo lo convierte en un aliado perfecto del aperitivo gourmet.
Si te gustan los combinados con historia y deseas sorprender con algo distinto al habitual negroni o vermut, este trago es tu billete de ida a los años 30.