
Para celebrar sus 300 años al pie del cañón, Casa Botín anuncia una nueva línea de cócteles. Así se moderniza el buen hacer del restaurante más antiguo del mundo situado en pleno centro de Madrid, donde la coctelería avanza a pasos agigantados. Estos cócteles se suman a la oferta madrileña de Casa Botín en un alegato de historia y vanguardia a golpe de cóctel.
Casa Botín abre nueva etapa tras 300 años
Esta nueva etapa de la restauración más emblemática de la capital española viene de la mano de Javier de las Muelas, un nombre destacado dentro de la mixología internacional. Los cócteles reciben dos nombres muy especiales: Amparo y Emilio, los abuelos de la familia que hoy rige Botín y que han mantenido una esencia que nació en 1725.
Siguiendo las nuevas tendencias de consumo, Botín demuestra que no se queda atrás pese a su edad. Estos dos tragos se sirven como parte de la tradicional sobremesa o como acompañante de la cocina más popular y reconocida del local.
Amparo es una copa de mezcal y licor de chiles ahumados y acompañado de frutos rojos, bergamota y cítricos.
Emilio es un cóctel sin alcohol con un perfil de cítricos, especias y té ahumado.
Una joya gastronómica de tres siglos de historia
Esta celebración de tres siglos de historia no es la única que se ha propuesto Casa Botín. Además de haber recibido reconocimientos, como el premio ACYRE de la Asociación de Cocineros y Reposteros de Madrid y la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo, también han programado ciertas actividades especiales.
Casa Botín acogerá una enorme fiesta de cumpleaños en septiembre que Madrid espera con ansias. También celebrarán un concurso de microrrelatos, pequeñas historias sobre el aura de Botín y su omnipresencia en la gastronomía, más allá de la madrileña.