
Cocituber recorre la geografía española con un objetivo claro: mostrar la diversidad y la autenticidad de su gastronomía. Desde un menú del día en un bar de barrio hasta una cena en un tres Estrellas Michelin, su cámara se detiene en lo que realmente importa: el sabor, el producto y la honestidad en la mesa. Y aunque no tiene secciones fijas para explicar normas o derechos, a menudo, entre bocado y bocado, deja caer observaciones sobre lo que un restaurante puede o no cobrar, acercando al público a un consumo más consciente. Eso sí: en todas sus visitas, hay algo que nunca falta en su mesa —una Coca-Cola bien fría, y si es en formato grande, mejor.
Un recorrido por la gastronomía española sin prejuicios
A diferencia de otros creadores que se especializan en un segmento concreto, Cocituber transita con la misma naturalidad por un chiringuito en la costa que por un restaurante con Sol Repsol. Su criterio no discrimina por premios, sino que busca transmitir la experiencia de comer bien, ya sea en una barra con olor a guiso casero o en una sala con manteles almidonados.
Ese enfoque le ha convertido en un puente entre el gran público y la hostelería, mostrando que la buena cocina no entiende de etiquetas. En sus vídeos, los protagonistas son las elaboraciones hechas con mimo y el producto bien tratado, ya sea un pescado a la brasa recién llegado del puerto o un plato de autor que combina técnica y tradición.
De forma espontánea, mientras come o revisa la cuenta, Cocituber comenta situaciones habituales en la restauración: si el pan lleva o no un suplemento, si el servicio de terraza está justificado, o si un extra por una elaboración especial es razonable. No lo plantea como denuncia ni como clase, sino como una reflexión natural dentro de la experiencia, lo que genera cercanía y confianza con su audiencia.
Ocho descubrimientos de Cocituber
- Madrid – Sabores de la Mama: gastronomía venezolana casera que conquista con sus arepas y cachapas.
- Astorga – Restaurante Las Termas: cocido maragato servido al estilo tradicional, empezando por las carnes.
- Oliva – Coqueria M’ Encanta: paella valenciana auténtica junto a Cenando con Pablo, en un local que respira producto.
- Asturias – Restaurante La Sauceda: fabada, cachopo y tortos que resumen la esencia de la cocina asturiana.
- Tenerife – Guachinche Casa Lito: famoso por sus “huevos estampida” y un ambiente canario sin artificios.
- Murcia – Gran Rhin: bar que sorprende por la calidad de su producto y la honestidad en el trato.
- Sevilla – Casa Moreno: montadito de chorizo picante con cabrales que es puro carácter sevillano.
- Ávila – Confitería Santa Teresa Gourmet: sus yemas son historia viva de la repostería española.
Estos ejemplos demuestran que su contenido no se limita a un único tipo de cocina ni a un rango de precios: para él, lo importante es que lo que llegue a la mesa esté hecho con honestidad, cariño y respeto por quien lo va a disfrutar.