
Cuando un restaurante recibe la Placa Michelin, no solo obtiene un sello de reconocimiento, sino también un respaldo a su trayectoria y compromiso. Esta distinción certifica una experiencia gastronómica sobresaliente, que destaca por su calidad culinaria y su servicio.
“Este distintivo no solo certifica la calidad de su cocina y servicio, sino que también refuerza su reputación y visibilidad dentro del sector gastronómico”, explica David Ocaña, Associate Director Channel & Customer Development AFH en Coca-Cola Europacific Partners.
Además, subraya su relevancia en el tejido económico:
“Estos establecimientos contribuyen al desarrollo económico y social de sus ciudades y municipios”.
Royal Bliss y su compromiso con la excelencia gastronómica
Por tercer año consecutivo, Royal Bliss actúa como patrocinador y facilitador en la entrega de las Placas Michelin. En palabras de Ocaña:
“Es una clara muestra de nuestro compromiso con la excelencia e innovación en la alta gastronomía”.
La implicación de Royal Bliss fortalece su vínculo con un sector donde la experiencia del cliente es primordial. “Ayudamos a nuestros clientes a desarrollar sus negocios, ya que su éxito también es el nuestro”, afirma.
Las placas Michelin: antesala de la estrella
Muchos restaurantes que reciben la Placa Michelin acaban accediendo a la codiciada estrella Michelin. Estos reconocimientos se otorgan a establecimientos con una propuesta culinaria sobresaliente, aunque aún no hayan alcanzado el nivel exigido para una estrella.
“Las placas de recomendados son un reconocimiento que valora la calidad de la cocina y la atención al cliente”, destaca Ocaña.
Impacto en el entorno y en el turismo gastronómico
La presencia de un restaurante recomendado en la Guía Michelin no solo beneficia al local, sino también a su entorno:
“Muchos turistas vienen a España por la gastronomía. Que un restaurante esté en la Guía hace que las personas se desvíen de su ruta para probarlo”, explica Ocaña.
Este fenómeno impulsa el turismo gastronómico, fortalece comercios y productores locales, y refuerza la identidad culinaria de cada región.
Valencia: una gala con valor simbólico
La última entrega de las Placas Michelin se celebró en Valencia, una ciudad que recientemente sufrió los efectos de la DANA.
“Nos pareció adecuado dar un aplauso a todos los restaurantes afectados y brindarles nuestro apoyo”, comenta Ocaña.
La elección responde también a la estrategia de descentralizar los eventos y llevarlos a diferentes regiones, reforzando la visibilidad de destinos gastronómicos menos habituales.
Tendencias que marcarán el futuro de la gastronomía
David Ocaña destaca tres grandes ejes que marcarán el futuro de la alta cocina según la evolución de la Guía MICHELIN:
Sostenibilidad gastronómica
Chefs y restaurantes apuestan por productos locales, de temporada y prácticas responsables. Esto refuerza el valor del entorno y genera experiencias más conscientes.
Maridajes innovadores
Más allá del vino, el maridaje se amplía a cócteles, cervezas artesanas y mixers premium como Royal Bliss.
“La idea no es solo acompañar, sino potenciar sabores y crear una experiencia sensorial completa”.
Personalización en la restauración
Menús a medida, opciones vegetarianas, sin gluten o adaptadas a las preferencias individuales serán claves en la diferenciación.
“La gastronomía evoluciona hacia propuestas más exclusivas y diferenciadas”, concluye Ocaña.