

Este 2025 hace un siglo que la ciudad de Trieste vio nacer a Ernesto Illy, hijo del fundador de illycaffè, Francesco Illy, que revolucionó la forma de entender y disfrutar el café en el mundo. A propósito, la Fondazione Ernesto Illy ETS ha celebrado el centenario de su nacimiento con el encuentro “Los valores de Ernesto Illy: reflexiones 100 años después de su nacimiento”, donde expertos, académicos y amigos analizaron el impacto que tuvo su visión en la gastronomía contemporánea.
El café como experiencia gastronómica
Para el empresario y científico Ernesto Illy, cada taza era mucho más que una bebida: era el resultado de un sutil engranaje entre ciencia, ética y cultura gastronómica. Bajo su liderazgo, illycaffè transformó el espresso en un producto global que hoy es referente para los apasionados del imprescindible matutino en todo el mundo.
“Mi padre dedicó su vida a la búsqueda de la excelencia. Para él la calidad no era solo una técnica, sino un estado mental. Creía que el consumidor era el verdadero dueño del mercado y que el café debía llegar en armonía con el medio ambiente”, recordó Anna Illy, presidenta de la Fondazione.
El presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, a través de un mensaje saludó el centenario con estas palabras:
“El legado de Ernesto Illy muestra que la empresa tiene responsabilidades con la comunidad, con la sostenibilidad y con la equidad social en las regiones productoras de café”.
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Ernesto Illy en la historia del café italiano
No se puede hablar de café italiano sin mencionar a illycaffè. En ese sentido, Ernesto Illy impulsó desde los años cincuenta la investigación científica aplicada a la calidad de los granos y al control de cada fase del proceso, desde la finca hasta la taza.
De hecho, cuando asumió la dirección en 1956 tuvo un objetivo ambicioso: que en cualquier ciudad, por pequeña que fuera, existiera una cafetería donde degustar un espresso illy. A través de la internacionalización, la marca se convirtió en símbolo de excelencia culinaria italiana y en referente de la cultura gastronómica global.
Luego, en 1965 inauguró la planta de Via Flavia en Trieste, con un laboratorio pionero que garantizaba la pureza del café. Poco después, en 1971, introdujo una máquina que producía monodosis de café: el germen de las cápsulas que hoy dominan en buena medida las cocinas domésticas y profesionales.
Pero, además de la calidad, el empresario defendió una ética empresarial basada en la relación directa con los productores. Asimismo, impulsó premios para incentivar la mejora del cultivo y promovió prácticas agrícolas sostenibles que hoy, bajo la etiqueta de agricultura regenerativa, siguen marcando tendencia en la gastronomía consciente.
Hoy, medio siglo después, illycaffè está presente en más de 140 países y forma parte de la carta de grandes restaurantes y hoteles, además de ser protagonista en el día a día de millones de consumidores.