El matcha: entre el superalimento…y el supermaketing

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Gabriela Sánchez
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té matcha

Sé que es difícil, pero vamos a intentar sacar al matcha de Instagram, al menos por un par de minutos. Puede que lo hayas probado o no, que te guste o le gires la cara a la taza, pero probablemente nadie en la faz de la Tierra podrá decir no haberlo visto al menos una vez en un post. 

Hablamos del famoso polvito verde japonés, el té matcha y aunque no es una infusión nueva, sino en realidad, milenaria, se ha convertido en el último estandarte del lifestyle saludable, en la bebida de las “clean girls” y en el nuevo accesorio de moda de influencers y celebrities. Pero, detrás de su verde intenso tan instagrameable, caben muchos matices.

De la ceremonia del té al vaso “to go”

Hoy el matcha es un éxito global y no solo en redes. En 2025, las exportaciones japonesas a la Unión Europea crecieron un 190%, superando los 5.000 millones de euros. Sin embargo, ha desatado también un dilema similar a lo que ha ocurrido también con el chocolate Dubái

Su fuerte demanda, sumado a los beneficios y la exclusividad que inspira, no solo ha disparado su precio en el mercado, sino que también ha provocado escasez en tiendas y racionamiento.

La base del matcha son las hojas de té tencha. Ellas requieren semanas a la sombra, cosecha manual y molienda lenta. El cambio climático, con olas de calor cada vez más frecuentes, las ha afectado gravemente especialmente en Kioto, de donde proviene gran parte del mejor matcha. Ello sumado a la falta de relevo generacional en el campo japonés y la presión de una demanda internacional que triplica la producción, dibuja un panorama complejo. De hecho, la Asociación Global del Té Japonés ha propuesto usar el matcha de menor calidad procedente de cosechas tardías, que es más abundante y adecuado para cocinar.

té matcha
Té matcha

Mitos y verdades del matcha

En este fenómeno febril llamado “todos queremos matcha” o “lucimos mejor con matcha”, su caldo de cultivo hay que buscarlo en la avalancha de afirmaciones, algunas ciertas y otras más propias de una campaña publicitaria que se han generado a su alrededor.

Así, por ejemplo, que sea japonés no garantiza exclusiva y automáticamente su calidad: China también produce matcha, aunque con técnicas distintas, y en Japón gran parte de la producción es para usos industriales. Que sea “ceremonial” tampoco, porque cualquiera puede ponerlo en la etiqueta. Y no, el verde intenso no siempre significa más salud.

No obstante, también hay mucha verdad positiva en la bebida. Entre ellas su perfil nutricional: rico en catequinas (antioxidantes), l-teanina y cafeína, con un estímulo mental más suave que el café. Por tanto, tampoco es para todos. Para quienes sufren ansiedad, insomnio o niveles elevados de estrés, padecen reflujo gástrico o acidez estomacal, o patologías hepáticas no es recomendable. Tampoco para embarazadas o lactantes. 

Por otro lado, está la cuestión de su alto uso en redes por influencers,  donde la experiencia no es solo gustativa o nutritiva sino fotográfica: beber matcha es “verse” tomando matcha. La paradoja es que muchos consumidores nunca han probado un matcha de alta calidad. Suelen beber versiones con mucha leche, azúcar o colorantes. El verdadero té matcha se reconoce por un sabor umami, vegetal y dulce naturalsin ese amargor pronunciado al muchos se refieren.

Está hecho con hojas tiernas de primera cosecha, molidas lentamente en piedra. Sus principales variedades son okumidori y yabukita

De ahí su color brillante y no tan oscuro. Así que esa será la primera señal. Ante uno verde oliva o amarillento, lo más probable es que no sea un buen matcha.

El sentido del matcha

No obstante, el dilema también ocurre en materia de significados. El matcha ha pasado de ser un símbolo de la ceremonia del té japonesa, de calma, respeto a uno pero de Instagram y del consumo rápido. Pero, es quizás el precio que se paga tras la expansión y globalización cultural.

Sin ánimos de demonizar su sentido aesthetic, la idea es, antes de la foto, saberlo elegir con criterio… Entender su origen, su proceso y cualidades reales. 

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