En los puertos del Cantábrico, cuando llega la primavera, una palabra marca el pulso de lonjas y tabernas: verdel. Este pez azul, ágil y brillante, durante décadas fue un alimento humilde reservado a las mesas costeras. Sin embargo, la gastronomía moderna y el auge de la alimentación saludable lo han devuelto al primer plano.
Conocido también como caballa del norte, el verdel es hoy uno de los pescados más valorados por su sabor, su calidad nutricional y su impacto sostenible en el ecosistema marino.
Un pez con identidad: tradición, territorio y cultura
El verdel forma parte de la familia de los escómbridos, como el atún o la caballa atlántica, y su captura marca cada año la famosa costera del verdel, una campaña breve que anuncia la llegada de la primavera.
Durante generaciones fue un producto esencial en Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco. Se consumía en salazón, ahumado o en escabeche, métodos que permitían conservarlo durante meses en los hogares marineros. Pan, vino y verdel: ese era el trinomio popular de muchas comunidades pesqueras del norte.
Hoy, después de haber quedado relegado frente a especies más comerciales, vive un renacimiento impulsado por la ciencia, la cocina contemporánea y la demanda de alimentos locales y ricos en omega 3.
Un superalimento natural: omega 3 y nutrientes esenciales
El verdel es uno de los pescados azules más completos del mercado:
- Omega 3 (EPA y DHA) que ayudan a reducir colesterol y triglicéridos
- Proteínas de alto valor biológico
- Vitamina D, esencial para huesos y sistema inmune
- Vitaminas del grupo B, especialmente B12
- Minerales clave: hierro, fósforo, selenio y yodo
Por cada 100 g aporta unas 180 kcal, lo que lo convierte en un alimento energético, saludable y perfecto para deportistas y dietas equilibradas.
Numerosos estudios clínicos asocian su consumo regular a un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, además de efectos antiinflamatorios y beneficios para el bienestar general.
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Sabor y cocina: del guiso marinero al tartar contemporáneo
El verdel destaca por su carne jugosa, grasa y firme, ideal para múltiples técnicas culinarias:
- A la plancha con ajo y vinagre
- En escabeche tradicional
- En guiso con cebolla y pimiento
- Ahumado, en tartar o ceviche
- En conserva gourmet o en aceite
- Como “sushi cantábrico” en propuestas de autor
Su sabor intenso recuerda al del bonito y encaja tanto en la cocina casera como en la alta cocina. Chefs como Eneko Atxa, Ángel León o los hermanos Roca lo han llevado a sus mesas, reivindicando su valor gastronómico.
Verdel vs. otros pescados azules: más sostenible, menos metales pesados
Frente a especies como el atún rojo o el salmón:
- Tiene menos acumulación de metales pesados
- Es local, lo que reduce la huella de carbono
- Su pesca es selectiva y respetuosa
- Su ciclo de vida corto evita la sobreexplotación
Por su excelente relación calidad-precio, los expertos lo consideran una de las mejores opciones dentro del pescado azul.
Historia, futuro y sostenibilidad
El verdel pasó de ser comida humilde a convertirse en un icono de la gastronomía saludable del siglo XXI. Su captura responsable y su disponibilidad cercana lo convierten en un ejemplo perfecto del nuevo paradigma alimentario: nutritivo, sostenible y asequible.
En un contexto global marcado por la sobrepesca y la homogeneización de los productos, el verdel nos recuerda que la excelencia también surge de lo local. Es un pescado que combina tradición marinera, poder nutricional y visión de futuro.