La tapa como alta cocina: lujo en pequeño formato

La tapa como alta cocina: lujo en pequeño formato
Democratizar la alta cocina a veces puede estar a la distancia de una tapa… ¿Una copa de Ribera del Duero y un cocido madrileño con gel de hierbabuena? La experiencia es posible en Hotel Tapa Tour 2025.
Hotel Tapa Tour en La Casa de las Artes
Hotel Tapa Tour en La Casa de las Artes
gabriela sanchez
Miércoles, Septiembre 24, 2025 - 11:59

Hablar de tapas es hablar de tradición, de bares castizos y de esa costumbre española de compartir bocado con una copa en la mano. Sin embargo, hoy la tapa también es un terreno fértil para la alta cocina. En ese camino, Hotel Tapa Tour ha sabido no solo consolidarse a sí mismo como evento sino también a la propia encomienda de democratizar la elegancia. 

En su décima edición, que transcurre hasta el 5 de octubre, lo hace en grande con la participación de 24 grandes hoteles de Madrid y pone sobre la mesa algo fundamental: el lujo no siempre exige mantel de lino ni largas degustaciones; puede caber en un pequeño plato a precios moderados.

Hotel Tapa Tour en The Edition Madrid

Hotel Tapa Tour: pedir una tapa y saborear la excelencia

La dinámica es que los comensales puedan elegir entre dos y cuatro propuestas. Las básicas: la tapa nacional con vino de Ribera del Duero y la tapa de fusión con cava, a las que se suman en algunos la croqueta de autor maridada con Martini y un cierre dulce acompañado de cóctel. Una estructura sencilla, pero que permite medir hasta dónde puede llegar la creatividad cuando se aplica a un formato tan popular.

Así, por ejemplo, The Madrid Edition, bajo la batuta del chef Francisco Rociano ofrece patatas bravas —reinterpretadas como un milhojas delicado—, acompañada por otro clásico de España, el Ribera del Duero, con una copa de Legaris Tinto 2022 (D.O. Ribera del Duero).

De forma similar alza la bandera española el cuatro estrellas La Casa de las Artes, con un menú diseñado por el chef José Luis Costa, quien decidió presentarse a Hotel Tapa Tour con su plato estrella de albóndigas melosas de carrillera de ternera con cremoso de patata y tirabeques en una tapa, dando vida a uno de los platos más redondos de la ruta. 

Asimismo, ponen a dialogar la tradición con culturas diversas, sobre todo de Iberoamérica y Japón. Ejemplo de lo primero es el anticucho de pulpo gallego servido por Rociano: una fusión entre Galicia y Perú donde el ají panca abraza la melosidad del cefalópodo, con la elegancia de un cava de guarda superior el Aire Brut Nature. Mientras, Costa ha apostado por unirla a la riqueza mexicana con una propuesta de tostada de maíz con langostinos y huevos de trucha, armonizado con cava Gaudí Brut Nature Guarda Superior Reserva.

Aunque si hablamos de excelencia, el cinco estrellas Mandarín Oriental Ritz se lleva la palma. Aquí la selección a cargo del chef Aaron González se decanta en la representación nacional por una crema de boletus edulis con espuma de queso de cabra, que sorprende por su presentación, a la manera de postre, servida en copa. En este caso se acompaña con el vino Rafael Sastre Tinto 2023 (D.O. Ribera del Duero). Mientras, para la fusión elige la brandada de bacalao con tapioca y polvo de aceituna negra, maridada con un cava Agradezco Brut Edición Especial Ritz Guarda Superior Reserva. El melocotón de Calanda estilo Melba cierra la experiencia en este enclave de referencia en el turismo madrileño con un guiño elegante al recetario clásico.

Hotel Tapa Tour en el Hotel Ritz
Hotel Tapa Tour en el Jardín del Ritz

Más allá de una búsqueda de rentabilidad inherente a la restauración toda, persiste en el espíritu de Hotel Tapa Tour la premisa de potenciar la democratización de la alta cocina. Porque cuando no se pueda pagar un menú de degustación en un cinco estrellas, quedará la oportunidad, al menos en septiembre, de vivir la tremenda experiencia de acercarse a una barra elegante y probar un bocado que condensa técnica, memoria y sofisticación por el precio de un par de cafés. 

La tapa, en este contexto, deja de ser un simple “picoteo” para convertirse en un camino hacia vivencias exquisitas en toda la excepción de la palabra: sabor, destreza, servicio y ambiente, porque sí, cada aspecto cuenta en esa sensación completa de ser feliz en un restaurante. 

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