
Si tu color favorito es el naranja, sigue leyendo, porque vas a descubrir que, además de alegrarte la vista, este color en tu plato puede ser muy beneficioso para tu salud, ya que en muchas ocasiones se traduce en vitamina A.
Una visión más clara, un funcionamiento saludable del corazón, pulmones en óptimo estado y una piel con un tono saludable -y bonito-. Poco más se le puede pedir a una vitamina que es clave para el organismo, como tantas otras, y que, por suerte, podemos incorporar a través de la dieta. La vitamina A es un nutriente liposoluble que se encuentra de forma natural en muchos alimentos.
Carotenoides y retinol, salud y estética en un bocado
Muchos de ellos contienen carotenoides, unos compuestos que el cuerpo humano puede transformar en vitamina A. Estos son los responsables de los pigmentos amarillos, anaranjados y rojos que, además, pueden influir en el color de la piel dependiendo de las cantidades consumidas y de otros factores.
Por otro lado, la vitamina A también se encuentra en alimentos ricos en retinol, un compuesto que contribuye a la firmeza de la piel y al mantenimiento de la córnea. Por ello, la vitamina A juega un papel crucial en la visión, especialmente en la percepción del color. Quizás no es por eso que el naranja es tu color favorito… pero a partir de ahora, podría serlo.
El betacaroteno es el carotenoide más conocido. Se trata de un potente antioxidante que desempeña un papel importante en la prevención del envejecimiento celular.
Alimentos que contienen vitamina A
Hortalizas de hojas verdes y verduras de color verde, naranja o amarillo, como la zanahoria, la calabaza, el brócoli o la espinaca.
Frutas como el mango, el albaricoque y el melón.
Huevos.
Lácteos como la leche y el queso.
Pescados como el arenque y el salmón (también fuentes de vitamina D y ácidos grasos omega-3).
Hígado de res (cuyo consumo debe controlarse por su alto contenido en colesterol).