
Hoy lo pedimos como aperitivo refrescante, copa de tarde o trago largo después de una comida. Un gin tonic puede ser sofisticado, aromático, botánico o minimalista. El gin tonic es hoy sinónimo de elegancia, terrazas de verano y coctelería premium. Pero su origen dista mucho de la sofisticación actual: este cóctel nació como un medicamento, diseñado para combatir la malaria en las zonas tropicales donde operaba el Imperio británico.
Un trago que, literalmente, se creó para salvar vidas.
La quinina: el amargo que cambió la historia
En el siglo XVII, los colonizadores europeos se enfrentaban a una enfermedad devastadora: la malaria. La fiebre, los escalofríos y la mortalidad eran constantes entre los soldados destinados en Asia, África y Sudamérica.
La solución llegó de los Andes: la corteza del árbol de la quina, rica en quinina, un compuesto capaz de frenar la enfermedad.
Pero tenía un problema: era tan amarga que resultaba imposible de beber sola.
El ejército británico inventa la fórmula
A mediados del siglo XIX, los oficiales británicos en la India idearon una mezcla para hacer más tolerable la dosis diaria de quinina:
- agua con quinina (tónica primitiva)
- azúcar
- lima
- y ginebra
Sin saberlo, estaban creando la base del gin tonic moderno.
En 1870, Schweppes lanzó al mercado su “Indian Tonic Water”, una tónica con quinina real que se convirtió en estándar médico en las colonias.
El gin tonic no era un capricho: era un tratamiento médico bebible.
Del botiquín militar a los bares londinenses
Cuando los soldados regresaron a casa, llevaron consigo el hábito del gin tonic. Lo que había empezado como un remedio se transformó en un ritual social: fresco, aromático y fácil de preparar.
En los clubes de Londres, el ex–medicamento se convirtió en una bebida elegante. Y más de un siglo después, en el siglo XXI, resurgió con fuerza gracias a:
- ginebras premium
- tónicas artesanales
- botánicos aromáticos
- hielo de calidad
- y la nueva mixología creativa
El gin tonic pasaba de cura obligatoria a icono global.
Aunque hoy las tónicas contienen apenas trazas de quinina, el gin tonic conserva parte de su esencia histórica. En cada copa hay una historia de exploradores, médicos improvisados y supervivencia en climas hostiles.
El cóctel que ahora fotografiamos para Instagram nació con un objetivo muy distinto: proteger la vida humana.
El gin tonic, un símbolo que nunca pasa de moda
Quizá por su mezcla de historia, azar y necesidad, el gin tonic sigue siendo uno de los tragos más consumidos del mundo. Elegante, versátil y refrescante, reúne:
- botánica
- tradición
- equilibrio
- y un pasado fascinante
Brindar con un gin tonic es, en cierto modo, brindar por el ingenio que un día permitió sobrevivir en tierras exóticas.
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