Sal: la reina universal de la cocina

Sal: la reina universal de la cocina
No todas las sales son iguales... Varían tanto en color, textura, origen y sabor. Va desde la sal común hasta la flor de sal. Descubre cuál encaja mejor para cada receta.
Tipos de sal
Tipos de sal
gabriela sanchez
Viernes, Octubre 17, 2025 - 09:52

Sin importar latitudes, culturas o el tipo de cocina, siempre habrá una certeza sobre la mesa: la sal. Podría decirse que es el ingrediente más universal, después del agua, un condimento esencial para potenciar sabores o aromas y equilibrar matices. Sin embargo, no todas las sales son iguales: su textura, origen y composición crea un universo de variedades, las hacen más aptas a unas que otras para ciertas elaboraciones, mientras que algunas entrañan la singularidad de geografías específicas

Te presentamos los 5 tipos de sal más distintivos 

Empecemos por orden de exclusividad. El punto de partida lo ponemos en la sal común o refinada, la opción más popular para uso doméstico. Presenta un alto contenido en cloruro sódico (entre el 97 y el 99%) y una textura fina. Se obtiene tras un proceso industrial que elimina impurezas y minerales, aunque suele estar enriquecida con yodo. Es ideal para cocinar y salar guisos o pastas, aunque no es la opción más saludable si se consume en exceso.

Luego, está la sal marina, como la sal de Ibiza, la cual se distingue de la común por derivar de la evaporación natural del agua del mar. Al ser tan natural conserva minerales como magnesio, calcio y potasio, lo que aporta un sabor más complejo que la sal refinada. Puede usarse en platos de pescado, verduras al vapor o carnes a la plancha. Su granulado grueso la hace también ideal para asados o para preparar alimentos “a la sal”.

La cocina kosher tiene su propia sal y se llama sal kosher. De grano grueso y textura esponjosa, se adhiere bien a los alimentos y permite controlar mejor la cantidad añadida. Esta versión no contiene aditivos ni yodo, y suele ser muy usada para sazonar carnes o marinar pescados.

La lista continúa con la flor de sal, considerada la joya gourmet de las cocinas profesionales. Este tipo de sal recuerda en su textura a las escamas, aunque ligeras, y se recoge manualmente de la superficie de las salinas. Similar a la marina, se suele emplear para espolvorear sobre alimentos ya cocinados como carnes, mariscos o postres de chocolate. 

De este tipo en España destaca la flor de sal del Valle Salado de Añana (Álava). y en Inglaterra la clásica sal Maldon, procedente del estuario del río Blackwater, la cual ha ganado un lugar privilegiado en la alta cocina, al ofrecer un excelente toque final para carnes, ensaladas o incluso cócteles.

sal rosa del Himalaya
Sal rosa del Himalaya

De las sales gourmet también destaca la sal rosa del Himalaya, que como ya indica su nombre es extraída de las minas de Khewra, en Pakistán. Se distingue por su color rosado que le confiere la alta presencia de hierro y otros oligoelementos en su composición. No obstante, su sabor es suave y equilibrado, lo que la hace versátil para todo tipo de preparaciones. Aunque sin dudas gana sus mayores adeptos por su aspecto, como elemento decorativo en la mesa.

Por último están las sales negras de Hawái, de origen mineral y la Kala Namak, cultivada. La primera, originaria de Molokai, se mezcla con carbón vegetal activo, responsable de ese color oscuro y un toque ahumado, ideal para carnes a la parrilla. La segunda, más típica de la zona del Himalaya (India y Nepal), presenta un sabor sulfuroso muy particular y se usa sobre todo en recetas veganas, ensaladas de frutas o platos típicos asiáticos.

La elección dependerá de la accesibilidad a ellas y los usos que se pretendan. Aunque será siempre importante tener en cuenta que las menos refinadas —como la marina o la de roca— conservan más minerales y resultan opciones más naturales. Eso sí, incluso las más saludables deben usarse con moderación.