¿Y si pudieras beberte un Versace o Chanel? El auge de la coctelería perfumada

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Gabriela Sánchez
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coctelería de perfume

Perfumería coctelería comparten mucho más de lo que parece, tanto que se podría decir que beber y oler van de la mano. Piensa en las tantísimas veces que un aroma agradable desata la necesidad de ser probada. La mirra, el cuero, violetas… inspiran lo mismo fragancias de Versace que de Chanelpero, y ¿si también pudieran convertirse en un cóctel?

Hoy, más que nunca, la coctelería de autor ha encontrado en la perfumería de lujo su nueva musa. Aunque no hablamos solo de inspiración conceptual, sino de fórmulas reales en las que los ingredientes aromáticos de una colonia son trasladados a la copa. 

La coctelería se inspira en los iconos del lujo

Uno de los ejemplos más vanguardistas de la mixología en este sentido lo protagonizó Salmón Guru, uno de los bares más influyentes del mundo, que junto a Schweppes y la firma de alta perfumería Arquiste,, crearon tres  cócteles que interpretan fragancias Indigo Smoke, L’Or de LouisL’Etrog Acqua.

Para el primero, se concibió “Sabor a tiempo perfecto”, el cual recrea en copa el olor de té ahumado que evoca antiguas ceremonias chinas, mientras que el L’Or de Louis,  fue la inspiración para “Jardín del disfrute”, que transforma notas de agua de azahar, jazmín y cedro en un cóctel con base de ginebra añejada. 

No es el único caso. En 2024 durante la Bogotá Fashion WeekRon La Hechicera y la cadena de belleza BLIND presentaron una colección de cócteles inspirados en fragancias emblemáticas como Devotion de Dolce&Gabbana o Dylan Purple de Versace. Para el primero llamaron al cóctel “Gold Devotion”, una suerte de Old Fashioned con notas de limón escarchado, azahar y vainilla del perfume original.

También sobre la base de un clásico, se diseñó el Florabloom Daiquiri, de sabor a mango y violeta, así como el seductor “Ginger Spice Goddess”, que convertía las tres vainillas de Goddess de Burberry en una experiencia especiada y cálida. 

Pero, ha ido incluso más allá de cócteles especiales y fuera de carta. Recientemente ha abierto en Tokio, Japón, un bar especializado en coctelería de autor inspirada en la alta perfumería. Hablamos de Hana. 

Allí la dinámica es que cada cliente elija su experiencia por perfil olfativo: floral, amaderado, afrutado, picante, hierbas. En todos los casos  se elaboran en diálogo directo con fragancias de NOSE SHOP, pero la propuesta cambia con las estaciones.

¿Se afianza la coctelería de lujo? 

Lo cierto es que hasta el momento se trata de propuestas muy de autor, pensadas sobre todo para acompañar campañas o momentos claves del mundo de la moda y la perfumería. Sin embargo, la tendencia no deja de plantear interrogantes. ¿Puede una bebida —una obra efímera por naturaleza— aspirar a la misma perdurabilidad simbólica que una fragancia emblemática? 

Así como la cocina se ha dejado influir por técnicas de perfumería, como el uso de aceites esenciales, vaporizadores o nieblas aromáticas, también la coctelería puede hacerlo. La posibilidad está, eso sí, siempre que se abogue por recreaciones a tono con la normativa alimentaria y quién sabe si surja un “Old Fashioned Vetiver” como nuevo clásico de lujo del siglo XXI.

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Gabriela Sánchez