Ni café ni canela: este es el secreto del resolí de Cuenca

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Maria Carrasco Lloria
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roselí de cuenca

El resolí es la que se dice la única bebida típica de Cuenca. Este licor tradicional de la provincia manchega tiene sus variantes en Andalucía, aunque su origen viene directo desde Italia y se popularizó durante el Siglo de Oro en España. Sin embargo, estas ubicaciones no cuentan con el ingrediente secreto, que en España está en los campos de Castilla-La Mancha: el azafrán.

Resolí, Resol, Rosoli o cualquiera de los nombres por los que se conoce, su denominación significa “rocío de sol”, como si el astro que nos ilumina mojara los campos manchegos dando forma a un licor digestivo, suave y con mucha historia.

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Una historia de viajes y especias

Efectivamente, el resolí –como le vamos a llamar aquí– vino desde Italia con viajeros y monjes que visitaban España en una infusión con café, canela, clavo y anís, pero adaptándolo a la tierra por donde pasaba. En Cuenca, bien se asentó y cogió un ingrediente que podría convertir al resolí en uno de los licores más codiciados del mundo… pero que sigue pasando desapercibido.

Resolí de Cuenca con azafrán
Resolí Mayordomo con Azafrán

Cuenca para comer y beber: resolí con alajú

Las claves están en el aguardiente y las especias locales. En Cuenca, suele acompañar al alajú, otro postre típico de La Mancha, y a la torrija en Semana Santa. Aunque con el primero, se convierte en el rey de la sobremesa.

Se suele beber en vaso de chupito… aunque no suele quedar en uno, sino que se convierte en protagonista de la tarde.

La botella es también curiosa, ya que suele estar hecha de barro y su forma sigue la de las Casas Colgadas, el mayor reclamo turístico de Cuenca.

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¿Qué lleva el resolí de Cuenca?

  • 1 litro de aguardiente seco o licor de hierbas anisado

  • 1 litro de café de puchero

  • 1 kg de azúcar

  • 1 cáscara de naranja

  • 1 cáscara de limón

  • Especias al gusto: canela, clavos de olor, anís estrellado

  • Hierbaluisa y azafrán (opcionales pero le aportan la elegancia y magia que lo diferencian con creces)

Preparación:

  1. Infusionar las especias.

  2. Preparar el almíbar disolviendo el azúcar en agua caliente.

  3. Preparar el café.

  4. Juntar todo en una olla grande y remover.

  5. Dejar reposar por una semana en una garrafa de cristal.

  6. Embotellarlo y tomarse un chupito cuando acabes de comer.

Un sorbo de felicidad conquense para terminar cada comida.

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