
Con el propósito de revalorizar el pastoreo de cabras de la Sierra de Gredos ha surgido el proyecto Queso de Montaña, un producto artesanal con identidad territorial impulsado por la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos en la provincia española de Ávila.
La iniciativa reúne a 13 cabreros de razas guisandesa y verata de Candeleda, y tiene como premisa unir tradición, sostenibilidad y desarrollo rural en torno a un producto que, en palabras del presidente de la Diputación de Ávila, Carlos García, “singulariza la esencia de un territorio”.
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El Queso de Montaña no es solo un alimento, sino también una declaración de respeto hacia el trabajo del pastor de montaña, un oficio que se encuentra en peligro de desaparición. “Con este proyecto queremos restituir el equilibrio social y económico de los ganaderos de Gredos y reconocer su papel en la conservación del paisaje”, señaló Carlos Sunyer, asesor técnico de la fundación.
De la sierra al paladar: el Queso de Montaña
El producto se caracteriza es elaborado con leche cruda de cabras en pastoreo, sin pasteurizar, lo que mantiene intactas las cualidades naturales y aromáticas del entorno. El queso madura entre tres y cuatro meses en cava, bajo la tutela de José Luis Martín, uno de los afinadores más reconocidos de Europa. Su origen se encuentra a 1.250 metros de altitud, en más de 6.000 hectáreas de la Sierra de Gredos.
La propuesta forma parte de un programa LIFE destinado a la reintroducción del quebrantahuesos en la sierra, demostrando que la cooperación entre conservación ambiental y producción artesanal puede generar valor y futuro en el medio rural.
El Queso de Montaña podrá adquirirse en tiendas gourmet y se presentará oficialmente en diciembre, coincidiendo con la XIII Feria del Queso de Cabra y la XI Feria del Pimentón de Candeleda.








