
Otro de los nombres que recibe el dulce de leche es manjar, y no parece casualidad que el diccionario los reúna en una misma entrada. Este clásico de la repostería se celebra todos los días en las cocinas iberoamericanas, aunque el 11 de octubre cuenta con su propia fecha: el Día Mundial del Dulce de Leche, una jornada deliciosa que muchos países celebran con orgullo.
Desde Excelencias Gourmet te proponemos cuatro recetas irresistibles con dulce de leche para dar un toque cálido y goloso a tus postres otoñales.
Un manjar de origen compartido
El origen del dulce de leche podría ser motivo de disputa, aunque la amistad se amolda mejor a este valioso ingrediente. Algunos lo atribuyen a Argentina, otros a Uruguay, e incluso México y España reclaman su papel en esta historia. Lo cierto es que su creación refleja una raíz compartida y una influencia mutua entre culturas, técnicas e ingredientes.
Porque, al final, las recetas pueden tener un origen, pero su destino es común: compartido, el dulce de leche sabe mejor.
4 recetas con dulce de leche, de aquí y de allá
Cheesecake de calabaza y dulce de leche
Las galletas speculoos aportan la base dulce y crujiente perfecta. La mezcla de queso, nata, puré de calabaza y dulce de leche da como resultado una crema suave y equilibrada. Si quieres potenciar el sabor, añade unos hilos de dulce de leche por encima. Dulce, cremoso y visualmente irresistible: no se puede pedir más.
Alfajores con dulce de leche
Preparar alfajores caseros puede parecer laborioso, pero la recompensa lo vale. Dos galletas suaves abrazan un relleno generoso de dulce de leche, que puedes realzar con coco rallado o chocolate negro fundido. Un bocado y te sentirás teletransportado a Argentina.

Panellets de dulce de leche
Desde Cataluña llega esta versión -aun más- otoñal de los tradicionales panellets. Se elaboran con boniato asado, azúcar, huevo y almendra molida; al incorporar dulce de leche, la masa gana en jugosidad y sabor. Se rebozan con piñones y se hornean hasta dorarse: el contraste entre el crujiente exterior y el relleno tierno los convierte en un dulce irresistible.
Encanelado con manjar blanco
Este clásico postre peruano se distingue por su suavidad y aroma. El encanelado consiste en un bizcocho esponjoso empapado en almíbar de canela, relleno y cubierto de manjar blanco —una versión del dulce de leche elaborada con leche condensada— y una generosa lluvia de canela. Una merienda perfecta cuando comienza el frío otoñal.
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