El turismo gastronómico es reconocido como uno de los segmentos emergentes más importantes en el sector turístico. El viaje, la producción, la degustación y la cultura se unen en una modalidad de viaje en auge, identificada como una importante tendencia del mercado. España se muestra como un destino líder en el turismo gastronómico. Así lo demuestra el informe "Turismo gastronómico y enoturismo en España: gasto, distribución y perfiles" elaborado por el Dr. Pablo Díaz, miembro del Grupo de Investigación Interdisciplinar GRIT-Ostelea.
El turismo gastronómico no sólo es capaz de atraer a turistas de calidad, con una mayor disposición al gasto y más respetuosos con la cultura local, sino que también se ha convertido en un importante factor de competitividad de los destinos turísticos, desempeñando un papel decisivo en su imagen y posicionamiento.
La Real Academia de Gastronomía y el Instituto de España de Turismo (Turespaña) y han firmado un convenio de colaboración para promocionar el turismo gastronómico.
El convenio para promocionar el turismo gastronómico argentino fue suscripto por el ministro de Turismo de la Nación, Gustavo Santos y el presidente de la Academia Iberoamericana de Gastronomía (AIBG), Rafael Anson Oliart, con el fin de generar difusión, por medio de la participación activa en los eventos relacionados al producto “Vino Gastronomía”, de la Argentina en el marco del “Programa CocinAr”.
La gastronomía ha sido considerada por mucho tiempo un elemento complementario del viajero. Sin embargo, en los últimos años se han desarrollado flujos de turistas especializados cuyo principal motivo para viajar se centra en atractivos relacionados con la gastronomía.
La complejidad de la situación actual ha repercutido profundamente en la manera de percibir la experiencia del viaje por el turista, quien antepone incluso al disfrute, la responsabilidad de aportación a la sociedad local y el consumo justo de los productos elaborados por los artesanos agrícolas en el caso de la alimentación en el destino.