Pasar hambre o comer mal produce efectos muy similares a la falta de sueño o la deshidratación: el cerebro entra en un estado de agotamiento que dificulta la toma de decisiones y la memoria a corto plazo.
La salud digestiva depende del equilibrio del eje cerebro-intestino, que regula la digestión a través del sistema nervioso entérico y el microbioma intestinal.
¿Sabes que los sabores son tan solo la parte física de comer? En el cerebro también juega el flavor, que es el encargado de convertir la comida en una experiencia y un recuerdo. Descubre cómo funciona la mente en gastronomía.
La alimentación está más relacionada con la memoria, de lo que muchos cree. Descubre algunos de los alimentos neuroprotectores que ayudan a preservar la memoria y mejorar la salud cerebral.
Descubre la dieta MIND, inspirada en la dieta mediterránea y la DASH, que ralentiza el deterioro cognitivo, reduce hasta un 53 % el riesgo de Alzheimer y mejora la salud cardiovascular.
Relación entre dieta, cerebro y emociones destacada durante la Semana del Cerebro. La neurogastronomía conecta sentidos, memoria y bienestar emocional.













