
En México, la industria del vino es un motor en marcha. Es por eso que productores, distribuidores y profesionales del sector vinícola mexicano se reúnen entorno a clústers para asociarse según oportunidades y retos. Excelencias Gourmet conversó con Eugenio Parrodi, presidente del Clúster Vitivinícola de Querétaro, en el marco de la II Cumbre Global de Enoturismo Responsable, celebrada a principios de julio en la ciudad china de Yantai.
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Querétaro: epicentro del enoturismo en México
El Clúster Vitivinícola de Querétaro agrupa a 35 proyectos que representan cerca del 90 % de la producción vinícola del estado. Aunque Baja California y Coahuila lideran en volumen, Querétaro se ha consolidado como líder nacional en enoturismo, con más de un millón de visitantes al año, lo que supone el 50 % del turismo enológico en el país.
Este crecimiento se explica, según Parrodi, por la cercanía a Ciudad de México, un mercado potencial de 40 millones de personas a menos de dos horas. Tras la pandemia, la búsqueda de destinos seguros y cercanos impulsó aún más su atractivo y en este momento se cuenta que hasta el 70 % del turismo que recibe Querétaro proviene del mercado local.

Claves del éxito: seguridad, colaboración y experiencia
La seguridad, la inversión pública-privada y la coordinación entre proyectos han sido fundamentales para el desarrollo de la propuesta enoturística de Querétaro. Actualmente, existen unos 30 viñedos abiertos al público, muchos impulsados por Freixenet de México, pionera en la región.
Parrodi también destaca el papel del turismo gastronómico ya que la cultura culinaria queretana está emergiendo con fuerza. El presidente incidió en el impulso de la gastronomía líquida (vinos y destilados) como punto clave para el desarrollo y en la importancia de la integración de la cocina local en las experiencias enológicas, que están transformando la oferta y la perspectiva del viajero.
Querétaro y Guanajuato: dos destinos en una misma ruta
Según el presidente del clúster, la proximidad con San Miguel de Allende ha sido una ventaja. Muchos visitantes aterrizan en Querétaro y combinan ambos destinos, lo que genera una sinergia natural. Parrodi los considera “estados hermanos” en el enoturismo.
Para reforzar esta identidad, los chefs con los que cuentan las bodegas (en muchas ocasiones de procedencia internacional) están recibiendo formación especializada en cocina queretana de la mano de la experta Olivia González, con el objetivo de ofrecer una experiencia culinaria coherente y de calidad en cada etapa de la ruta.
Ruta del Arte, Queso y Vino: una parada obligatoria
Uno de los grandes emblemas turísticos del estado es la Ruta del Arte, Queso y Vino, donde Tequisquiapan se ha consolidado como el epicentro histórico. La ruta ha recibido múltiples reconocimientos internacionales gracias al respaldo de la Secretaría de Turismo y a una evolución organizativa que comenzó en 2010 y culminó con la consolidación del clúster en 2022.
México asiente: la proyección enoturística pasa por la formación
Parrodi insiste en que el futuro del sector pasa por la formación. Gracias a la colaboración entre productores, academia y gobierno, el clúster ha establecido lazos con OMET y la Wine Origins Alliance, lo que permitió a Querétaro obtener la primera indicación geográfica protegida del vino en México.
Las alianzas con regiones vinícolas como Mendoza (Argentina), el Valle de Napa (Estados Unidos) o Ribera del Duero (España) permiten avanzar hacia un modelo más profesional, orientado a la calidad y sostenibilidad.
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