

Famoso por su caída en cascada al inicio de The Matrix (1999), el célebre “código verde” no es un lenguaje de programación, sino una composición de caracteres extraídos de recetas de sushi japonesas.
Su autor, el diseñador de producción Simon Whiteley, creó el efecto tras el rechazo de un diseño previo por parte de las hermanas Wachowski. Inspirado por los libros de cocina japonesa de su esposa, escaneó los caracteres en katakana y los combinó con números y letras latinas, ajustando su dirección de arriba hacia abajo. Así nació el símbolo visual que marcaría la historia del cine.
El secreto detrás del código verde
El “código Matrix” se ha convertido en un ícono cultural global. Lo que muchos creían una secuencia informática indescifrable resultó ser una lluvia de caracteres culinarios, nacida entre las páginas de recetas tradicionales japonesas.
Whiteley, diseñador de producción y artista gráfico, reveló que la idea surgió una noche en su estudio, cuando buscaba crear algo orgánico, con movimiento y profundidad.
“Tomé un libro de cocina japonesa que tenía en casa y escaneé cada símbolo. Al girar el texto en vertical, cobró vida”, explicó en una entrevista.
El resultado fue un código en cascada verde neón, una combinación de letras, números y kanas que se desplazan como datos del mundo digital. Desde entonces, esta lluvia de símbolos es uno de los efectos más reconocibles del cine moderno, símbolo absoluto de la era cibernética.
De las recetas al mito visual del cine
Ya ha pasado más de un cuarto de siglo desde que una revolucionaria película cambió para siempre el cine de ciencia ficción. The Matrix, el título que lanzó a la fama a las hermanas Wachowski, se convirtió en un clásico contemporáneo dejando un puñado de imágenes y escenas icónicas. Entre ellas, la mítica lluvia de código verde sobre la que durante años se ha fantaseado con mensajes ocultos.
La realidad es más simple, y más deliciosa: solo tiene recetas de cocina.
El llamado “código Matrix” o “lluvia de código” representa la actividad del entorno virtual de la película. Aparece en las cuatro entregas de la saga y en Animatrix, compuesto por una mezcla de caracteres japoneses katakana, números arábigos y símbolos pictográficos en color verde fosforescente.
El diseño que nació entre libros de sushi
En 2017, Simon Whiteley desveló que fue él el responsable de crear esta icónica cortina de datos. “Las Wachowski sintieron que el diseño inicial no era lo suficientemente japonés. Querían algo con estética manga, más tradicional”, recordó.
Su esposa, japonesa, lo ayudó a comprender los caracteres adecuados. Sin necesidad de transmitir un mensaje concreto, Whiteley recurrió a los libros de cocina de su casa, en los que encontró inspiración en recetas de sushi y otros platos tradicionales nipones, que luego dibujó a mano antes de digitalizarlos.
Inicialmente probó un desplazamiento horizontal, pero el efecto carecía de fluidez. El movimiento vertical , como una cascada o una lluvia de agua, aportó la sensación orgánica que necesitaba para contrastar con el universo mecánico y cibernético del film.
En declaraciones a CNET, el diseñador confesó entre risas que nunca revelará qué recetas utilizó:
“Prefiero mantener ese último toque de misterio. No quiero que nadie intente cocinar The Matrix.”
Cuando la gastronomía inspira al arte
La historia detrás del código verde de Matrix demuestra cómo la gastronomía puede inspirar el arte y la tecnología. Lo que empezó como un simple libro de recetas japonesas acabó definiendo la estética visual de una saga que revolucionó el cine.
Japón, con su equilibrio entre precisión, belleza y armonía, se convirtió en el ADN estético del universo Matrix. En palabras del propio Whiteley:
“Sin Japón, Matrix no existiría.”