
La repostería y las flores comparten el lenguaje común de la belleza efímera, la sensibilidad y el placer. No es de extrañar que a menudo se armonicen y el resultado sea puro arte. El mundo dulce ha encontrado en las flores ese plus para elevar la experiencia de tomar un buen postre, porque si hay algo mejor que probar algo rico, es que cuente una historia y sea estéticamente atractivo.
Y es que las flores no solo decoran, aportan también significado, fragancia y personalidad a cada creación, dando lugar a experiencias dulces que se disfrutan con los cinco sentidos. Así ha ocurrido en la nueva apertura de la pastelería Dulce Safari en el barrio madrileño de Salamanca, la excusa para un maridaje exclusivo entre tartas de queso y flores. Belleza y sabor se dieron la mano en un taller a cargo de Rafael Salinas, fundador de Dulce Safari, y César Barroeta, creador de la floristería de lujo Les Fleurs.
Dulce Safari y Les Fleurs: la reinvención de las tartas de queso
Como bien anticipa la alianza, el reto fue decorar sus icónicas tartas de queso, convertidas en poco más de dos años en referentes de la repostería española, con clientes tan conocidos como Georgina Rodríguez, Pablo Alborán o Mar Flores. El resultado fue la demostración de que las flores no solo embellecen espacios, sino que también sacan el máximo provecho a los postres.
Para ello se tomaron como protagonistas 3 de las tartas más populares de Dulce Safari. La primera fue Jirafa, la cheesecake clásica de la casa, la cual se acompañó de margaritas y siemprevivas, en busca de resaltar la elegancia, pureza y clasicismo de esta versión que nunca pasa de moda, ni decepciona.
“Transmiten alegría y frescura, un mensaje perfecto para un postre que nunca pasa de moda”, comentó Barroeta al justificar la armonía.
Luego, se decantó por los kaaps verdes y acédra africana para reanimar Pantera, la tarta a base de Nutella. La elección, sin dudas, era un guiño al exotismo y los contrastes cromáticos entre la intensidad del chocolate y las texturas vegetales. Al respecto dijo: “Queríamos capturar la fuerza y elegancia del mundo natural africano”.
Por último, Tortuga, la cheesecake de pistacho, brilló con una combinación de symphoricarpos —conocidos como “perlas de nieve”— y flor de cera. “La unión de frutos redondos y flores delicadas crea un juego visual y aromático que eleva la experiencia”, explicó el florista.
No obstante, en la nueva tienda Dulce Safari Goya convive el concepto “Coffee Shop CC&BB” (Cheesecake, Coffee & Bakery, Brunch) de manera que, además, ha devenido en el primer local donde las tartas de queso se incluyen lo mismo en desayuno, brunch o en la cena, con un toque saludable y cosmopolita.