La uva Garrido Fino es una de las variedades autóctonas más emblemáticas de la región de Sevilla,
Uva Verdil la joya verde del viñedo. Es una variedad de uva autóctona de España que ha ido ganando reconocimiento en el mundo vitivinícola gracias a su singularidad y adaptabilidad. Aunque no es tan conocida como otras variedades más populares, como la Tempranillo o la Garnacha, la Verdil tiene características que la convierten en una joya para los enólogos y amantes del vino.
Uva Doradilla: el patrimonio vitícola de Málaga y sus Sierras
La uva vigiriega común es una variedad de vid que, aunque poco conocida y cultivada en la actualidad, guarda una rica historia y un potencial enológico significativo.
Cada 1 de febrero, se celebra el Día Mundial de la Variedad de Uva Furmint, una ocasión que reúne a viticultores y amantes del vino para destacar esta antigua y única variedad, originaria de Hungría. La Furmint, una uva blanca reconocida por su adaptabilidad y resistencia, produce vinos con una acidez natural que les confiere frescura y vibrante carácter. Es fundamental en la elaboración del famoso Tokaji Aszú, conocido por su dulzura equilibrada y complejidad aromática. Durante este día, se llevan a cabo catas de vino, eventos educativos y actividades en bodegas, promoviendo el intercambio de conocimientos entre enólogos de distintas regiones. En años recientes, la Furmint ha ganado reconocimiento internacional, con productores de diversas partes del mundo experimentando con ella. Este interés creciente ha resaltado su versatilidad, demostrando que no solo se presta a vinos dulces, sino también a exquisitos vinos secos que maridan bien con una variedad de platos.
Cada 1 de febrero, el mundo alza sus copas para celebrar el Día Mundial de la Uva Furmint, rindiendo homenaje a esta variedad vinífera única que ha dejado una marca indeleble en la escena vinícola. Con raíces profundas en Hungría, la uva Furmint es reconocida por su elegancia, versatilidad y la contribución inigualable que aporta a algunos de los vinos más distinguidos del mundo.
Los sommelieres interpretan los niveles de acidez en vinos blancos como esenciales para sugerir armonías: mientras mayor sea la acidez de los componentes del plato, mayor la acidez del vino.