
Hoy en Un Vino, Un Sumiller, viajamos al sur, hasta Sanlúcar de Barrameda, donde el océano Atlántico acaricia los viñedos de albariza. Allí nace una joya vinícola: De La Riva Manzanilla Pasada Balbaína Alta, elegida y comentada por Miguel Ángel Millán, jefe de sumilleres del restaurante Emi en Madrid, uno de los proyectos más esperados del panorama gastronómico nacional.
Millán, reconocido como Mejor Sumiller Metrópoli y ganador del 50 Best Beronia World’s Best Sommelier Award 2023, encarna una nueva generación de profesionales que entienden el vino no solo como bebida, sino como lenguaje y emoción. En Emi, su carta de vinos combina etiquetas clásicas y contemporáneas con un enfoque que busca armonizar territorio, historia y experiencia sensorial.
¿Por qué la elección de este vino?
“Elegí De La Riva Manzanilla Pasada Balbaína Alta porque, para mí, encarna el alma misma de Sanlúcar. En cada sorbo se percibe esa combinación única de elegancia salina, profundidad y memoria que define a los grandes vinos del marco. Además, su historia lo convierte en algo más que un vino: es un puente entre pasado y futuro”, explica Millán.
De La Riva fue en su origen una marca mítica, símbolo de los grandes vinos jerezanos del siglo XIX. Hoy, gracias a la visión y el trabajo de Willy Pérez y Ramiro Ibáñez, esta bodega renace como una oda a la autenticidad y al respeto por las raíces del vino andaluz. La suya no es solo una recuperación enológica, sino también cultural: un gesto de amor al viñedo histórico y a las soleras que marcaron el carácter del Marco de Jerez.
Características del vino
- Tipo: Vino generoso de crianza biológica prolongada (>15 años), del estilo “manzanilla pasada”.
- Variedad: 100% Palomino Fino.
- Graduación alcohólica: Aproximadamente 15 % vol.
- Crianza: Procede de una solera privada de 20 botas, con una vejez media estimada entre 15 y 18 años.
- Perfil organoléptico: Nariz compleja, con notas de flores secas, esparto, curry, manzana asada y toques salinos. En boca, es sedosa, mineral y profundamente elegante, con un final amargo-salino que invita al siguiente sorbo.
Un vino que habla de su lugar, que guarda en su esencia la brisa atlántica y la memoria de la madera vieja.
La palabra “pasada” ya nos da una pista…
¿Qué diferencia a una manzanilla pasada de una clásica?
“Una manzanilla pasada es una manzanilla con un envejecimiento mucho más prolongado dentro del sistema de criaderas y soleras, explica Millán, que puede alcanzar los 18 años y acercarse a un amontillado. Nos da un vino más complejo, maduro, lleno de matices y de profundidad”.
Esta evolución la convierte en una manzanilla de reflexión, donde la frescura inicial da paso a un carácter más serio, redondo y envolvente. Es el paso del tiempo transformado en elegancia líquida.
Origen e historia: el alma de Balbaína Alta
- País: España
- D.O.: Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda (Marco de Jerez, Cádiz).
- Pago: Balbaína Alta, uno de los viñedos más emblemáticos del marco, con suelos de albariza tosca cerrada, ricos en carbonato cálcico, que otorgan al vino su textura sedosa y su marcado perfil salino.
- Parcela: “Cerro de los Cuadrados”, un enclave histórico donde las viñas miran al Atlántico.
La historia de De La Riva se remonta al siglo XIX, cuando Manuel Antonio de la Riva fundó una de las casas más respetadas del Marco de Jerez. En 2017, Pérez e Ibáñez rescataron el nombre y el espíritu de esa bodega con una misión clara: preservar el legado de los vinos tradicionales elaborados con sabiduría, sin artificios ni concesiones comerciales.
La Manzanilla Pasada Balbaína Alta procede de una solera que dejó de refrescarse tras la vendimia de 2012, y su embotellado es muy limitado (unas 2.000–2.500 botellas). Parte de esa solera sigue evolucionando hacia amontillado, convirtiendo cada botella en un testimonio del tiempo.
Si pudieras maridarla con una experiencia, ¿cuál sería?
“Yo suelo pasar las vacaciones de verano en la playa, me encanta. Así que la experiencia perfecta sería una comida al aire libre mirando al mar. Es un vino que pide horizonte, brisa y sal.”
¿Es un vino para guardar o para disfrutarlo?
“Creo que para las dos cosas. Está tremendamente disfrutable ahora, pero también tiene estructura para crecer en botella. Es de esos vinos que evolucionan con serenidad y te recompensan con paciencia.”
¿Qué libro, canción o película pondrías de fondo mientras lo disfrutas?
“Algo distinto: soy amante del ballet, y lo acompañaría con El Lago de los Cisnes, de Tchaikovsky. Tiene esa tensión entre dulzura y melancolía, igual que este vino.”

Armonía perfecta
“En Emi, maridamos este vino con un caldo de tupinambo creado por el chef Rubén Hernández. Ambos comparten ese toque umami, esa sensación de pureza y profundidad que los hace vibrar juntos. Es una armonía que va más allá del sabor: es textura, emoción y tiempo.”
Premios y reconocimientos del vino
- 97 puntos en The Wine Advocate (Robert Parker).
- Elogiado por críticos de Jerez como una “manzanilla relicta, aterciopelada, de profundidad y elegancia extraordinarias”.
- Producción limitada: entre 2.000 y 2.500 botellas, considerada una pieza de colección dentro de los vinos de crianza biológica.
- Catalogada como uno de los grandes ejemplos del nuevo renacimiento jerezano.
Una anécdota con el vino
“Mi anécdota" está más vinculada a sus creadores que al vino en sí. En la vendimia de 2024 tuve la suerte de acompañar a Willy Pérez y Ramiro Ibáñez durante unos días inolvidables. Paseamos por Macharnudo, hablando sobre cómo entienden el viñedo y la identidad del Jerez. La jornada terminó con una cena mágica en San Cayetano, entre risas, vinos y conversación. Fue uno de esos momentos que te recuerdan por qué este oficio es tan especial.
Y si te apasionan los vinos con alma e historia, no te pierdas nuestra sección, Un Vino, Un Sumiller, donde sumilleres de toda España comparten las botellas que marcan su camino.








