

Las bayas de goji vuelven a estar en boca de todos después de que Pablo Motos comentara que las toma cada mañana. Pequeñas, rojas y con fama de “superalimento”, estas frutas del Lycium barbarum llevan siglos presentes en Asia y hoy se cuelan en yogures, smoothies y granolas. ¿Qué son, en qué ayudan y cómo incorporarlas con cabeza?
Qué son las bayas de goji
Las bayas de goji son los frutos del arbusto Lycium barbarum, de la familia de las solanáceas. Originarias de China y el Tíbet, su uso tradicional se asocia a la vitalidad y al cuidado de la vista. En Occidente se consumen sobre todo deshidratadas, en zumo o en polvo, y su sabor entre dulce y ácido combina bien con lácteos, avena o fruta.
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Beneficios: lo que sí sabemos (y lo que conviene matizar)
Su perfil nutricional incluye vitamina C, carotenoides como la zeaxantina (interesante para la salud ocular), fibra, minerales (hierro, zinc) y compuestos antioxidantes. A partir de ahí, se les atribuyen beneficios como:
- Apoyo al sistema inmune gracias a su densidad de micronutrientes.
- Acción antioxidante que ayuda a proteger piel y ojos.
- Energía “limpia” dentro de un desayuno equilibrado.
- Más saciedad por su fibra, útil en dietas saludables.
Aun así, no son milagrosas: la evidencia más sólida proviene de su calidad nutricional; otros efectos (metabólicos, antiinflamatorios) se han visto sobre todo en estudios preliminares. Úsalas como complemento de una dieta variada y hábitos activos.
Cómo tomarlas las bayas de goji
Puedes consumir 1–2 cucharadas de bayas secas al día. Estas son algunas ideas que funcionan:
- Yogur o kéfir con avena, plátano y goji.
- Smoothie de frutos rojos con un puñado de goji.
- Ensalada de hojas verdes, queso fresco, frutos secos y goji.
- Infusión suave: rehidrátalas en agua caliente 5–10 minutos.
En personas sanas, su consumo moderado es seguro. Consulta con profesionales si tomas anticoagulantes o medicación para presión arterial o glucosa, y modera su uso en embarazo o si eres alérgico a solanáceas. Revisa etiquetas en zumos o mezclas por posibles azúcares añadidos.
Las bayas de goji aportan valor, siempre que formen parte de un patrón alimentario equilibrado.