
Esta semana, en la sección Un Vino, Un Sumiller, nos acompaña Ruth Ortiz, responsable de Arzabal Retiro y sumiller del Grupo Arzabal en Madrid. Apasionada de los espumosos y de la autenticidad de los vinos del sur, Ruth (mención de honor a Mejor Sumiller 2023) nos descubre El Caserón de Mahína 2024, un blanco nacido de la albariza y del alma de un viticultor que ha sabido renacer entre la tradición y la innovación: Pepe Blanco, antiguo enólogo de la mítica Bodega Callejuela.
Ruth comparte su vínculo con Cádiz y con una red de productores que representan lo mejor del movimiento independiente andaluz: Los Mahara o Bodega Vinificate, Primitivo Collantes y, también, con el maestro de maestros, Pepe Blanco.
“Gracias a Bea, distribuidora de vinos en Cádiz, Málaga y Reino Unido, y sumiller durante años en Londres, conocí este proyecto. Ella me habló de Pepe, de su historia, y de su vino Desacas, que crearon juntos. A través de ella, descubrí no solo los vinos, sino la pasión y la tierra que los hacen posibles.”
Por qué la elección de este vino
“Es un vinazo, pero también una historia. Lo elegí por lo que representa, por lo que transmite y por lo que significa para el viticultor.”
Ruth define El Caserón de Mahína con tres palabras: albariza, tradición y origen.
El vino rinde homenaje a un caserón antiguo que preside la viña de Mahína, en Sanlúcar de Barrameda. Es un símbolo de identidad, del paisaje y de la memoria de un territorio donde la viticultura sigue siendo una forma de vida.
Características del vino
El Caserón de Mahína 2024 es una Palomino Fino en estado puro. Un vino blanco sin fortificar que captura la esencia atlántica de Cádiz.
Variedad: Palomino Fino de cepas viejas (80 años).
Suelo: Albariza barajuela, muy mineral y salina.
Crianza: 10 meses bajo velo de flor en botas viejas de manzanilla de Sanlúcar.
Producción: Limitada a 3.000 botellas.
Denominación: Vinos de Albariza (antiguos “vinos de pasto”).
En boca es tiza pura, con acidez marcada, textura salina y frescura atlántica. Su perfil recuerda a los vinos generosos, pero con una finura que le da carácter propio. “Tiene ese punto de mar y de suelo que te transporta directamente a Cádiz”, afirma la sumiller.

El resurgir de Pepe Blanco: un mayeto moderno
La historia de este vino es inseparable de la de Pepe Blanco, viticultor sanluqueño y segunda generación de mayetos, nombre que reciben los pequeños viñadores que cultivan y elaboran sus propios vinos.
Su padre fue quien compró las viñas y, tras un cambio legislativo en 1998, pudieron comenzar a comercializar sus propios vinos. De esa historia nace Callejuela, una de las bodegas más reconocidas del Marco de Jerez, hoy cerrada, pero cuya esencia renace en este nuevo proyecto personal.
Tras el cierre de la bodega, Pepe decidió crear vinos blancos sin fortificar, elaborados con Palomino y Vigiriega, que reflejan el alma del terruño sin artificios. En 2025, su hija Marta Blanco se ha unido al proyecto, aportando una nueva energía generacional.
“Este vino representa el renacer de un viticultor. La persistencia, la resiliencia y el amor por la viña. Es el Cádiz más puro, pero también el más valiente.”
Cómo encaja en la filosofía de Arzabal
El Grupo Arzabal ha construido una carta de vinos que combina grandes nombres con proyectos personales de pequeña escala.
“Nuestra filosofía es dar visibilidad a pequeñas bodegas y nuevas denominaciones, acercando a nuestros clientes historias humanas detrás de cada botella. Vinos con alma, con identidad, con personas”, explica Ruth.
El Caserón de Mahína 2024 es precisamente eso: un vino de autor, auténtico y sin maquillaje, que celebra la tierra y el esfuerzo.
Maridaje perfecto
Ruth propone disfrutarlo en diferentes momentos de la experiencia Arzabal:
En barra: con una gilda de atún y aceituna gordal, o con dados de rapito frito, su versión del pescaíto andaluz.
En sala: con patatas a la importancia con cigalitas, o un arroz de pato meloso.
Es un vino que combina frescura y profundidad, ideal tanto para aperitivos marinos como para platos de guiso o fondo.
Brindar por los nuevos comienzos
“Brindaría por los nuevos comienzos, por la vida, por la persistencia y por la resiliencia”, confiesa Ruth Ortiz.
Su conexión más especial con este vino fue al visitar las viñas de Mahína junto a Pepe Blanco: “pisamos la albariza, escuchamos su historia y comimos en Taberna Guerrita, sin mesa, pero rodeados de los Pepes. Fue cultura, fue tradición, fue autenticidad. Sanlúcar en estado puro.”
Un vino que mira al futuro sin olvidar sus raíces
El Caserón de Mahína 2024 no solo representa una nueva etapa para Pepe Blanco, sino también una reivindicación del valor de los mayetos gaditanos, guardianes de un patrimonio vitivinícola que resiste al tiempo y a la industria.
“Sanlúcar sigue siendo Sanlúcar, y todavía es pueblo”, concluye Ruth Ortiz.
Explora más historias y recomendaciones en nuestra sección Un Vino, Un Sumiller.








