Dieta baja en FODMAP: Lo que es versus lo que promete

Dieta baja en FODMAP: Lo que es versus lo que promete
¿Has escuchado hablar de la dieta baja en FODMAP? Se trata de un régimen de alimentación que busca detectar y aliviar intolerancias o malestares estomacales. Te decimos cómo funciona y si es adecuado para todos.
dieta baja en FODMAP
dieta baja en FODMAP
gabriela sanchez
Lunes, Octubre 20, 2025 - 07:33

El interés por remedios que alivien la hinchazón abdominal  está más en boga que nunca. En esta oleada de dietas lifestyle y a favor de una mayor concientización nutricional, ha aparecido un concepto muy popular: la dieta baja en FODMAP. Ella promete una herramienta terapéutica para quienes sufren de SIBO o síndrome del intestino irritable ayudando a desinflamar y recuperar el bienestar digestivo.

Pero, ¿es para todos? ¿cómo funciona?

¿En qué consiste la dieta baja en FODMAP?

El término FODMAP proviene de las siglas inglesas de Fermentable Oligosaccharides, Disaccharides, Monosaccharides and Polyols, es decir, carbohidratos fermentables de cadena corta, los cuales se hallan en alimentos tan comunes como el ajo, la manzana, el pan o la leche. 

En esencia, ninguno es malo. Pero, para algunas personas, su absorción deficiente provoca fermentación intestinal y síntomas molestos. No obstante, varios especialistas han advertido que tampoco es un tratamiento que pueda seguirse sin control médico ni recomendable para todos, sino que es un traje a la medida justa debido a  la diversidad de la microbiota.

Esta dieta funciona en dos momentos. La primera donde ocurre como tal el cambio en la alimentación y una segunda enfocada en identificar los productos causantes del malestar. 

Para la fase 1 se deben dejar de consumir los alimentos que más fermentan: frutas como manzana, pera o mango; verduras como cebolla, ajo o coliflor; cereales con gluten; legumbres; lácteos con lactosa y edulcorantes como fructosa o sorbitol. En su lugar, debe apostarse por fresas, plátano maduro, kiwi, calabacín, arroz, pasta, quinoa, pescado fresco, carne magra y lácteos sin lactosa. También se recomiendan grasas saludables como el aceite de oliva virgen extra y especias antiinflamatorias como la cúrcuma o el jengibre.

Todo ello conduciría a reducir la fermentación y la presión intestinal, permitiendo que el sistema digestivo se recupere. Luego, llega la fase 2 tras unas semanas, cuando los alimentos se reintroducen gradualmente, para identificar los que causan intolerancia o malestar.

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¿Qué resultados científicos ha arrojado la dieta baja en FODMAP?

Realmente existe evidencia científica sobre la eficacia de esta dieta en el síndrome del intestino irritable (SII) y en casos de SIBO. De hecho, una investigación publicada en The Lancet Gastroenterology & Hepatology (2022) mostró mejoras significativas en hasta el 70% de los pacientes con SII que siguieron una dieta baja en FODMAP. Mientras, Nutrients confirmó su eficacia para reducir la hinchazón, el dolor abdominal y las alteraciones del tránsito intestinal.

Aunque no se trata de una dieta “milagro”, los resultados suelen notarse en pocas semanas: menos gases y más energía. Eso sí, debe hacerse bajo supervisión médica y personalizada, ya que eliminar alimentos sin control puede generar deficiencias nutricionales. De hecho, partir de ahí es saber escuchar lo que el intestino pide y el primer paso para recuperar el bienestar.

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