Garantizar la inocuidad de los alimentos, reconoce la FAO, es un proceso complejo y multifactorial que involucra a toda la cadena alimentaria, desde la producción, recolección y almacenamiento, hasta la preparación y el consumo. Debido a la actual crisis sanitaria, la adopción responsable de medidas higiénicas se ha convertido —quizás como nunca antes— en una práctica imprescindible para todos los sectores de la sociedad.
De todos es sabido que el exceso del colesterol es un factor de riesgo de infarto e ictus, entre otros episodios vasculares. También es conocido qué alimentos provocan dicho exceso de colesterol. Quizá, los menos famosos de esta historia resultan aquellos que sirven para combatirlo o controlarlo, por su composición química y en función de un consumo ordinario y en una cantidad específica.
A través del tiempo, tomar en diferentes formas y horarios esta bebida, solamente sobrepasada en popularidad por el agua, ha formado parte de las reglas de etiqueta. En la actualidad, sus reconocidas propiedades naturales la han convertido en un método alternativo muy eficaz para la salud.
En la actualidad no existe evidencia científica de que los alimentos sean una fuente o vía de transmisión del nuevo coronavirus. No obstante, el virus puede estar presente en nuestras manos, en la superficie de diferentes productos, utensilios, artículos, etc. si no las higienizamos correctamente. A continuación exponemos algunas medidas a tener en cuenta para evitar posibles contagios, en especial durante el manejo y la preparación de los alimentos.
La Fundación Española de la Nutrición (FEN) ha presentado este 12 de febrero, coincidiendo con la celebración del Día Nacional de Desayuno, la "Encuesta sobre hábitos de desayuno en España 2021", en la que han participado 1.383 personas, y que ha desvelado que los españoles, como consecuencia del confinamiento y el auge del teletrabajo, ahora dedican más tiempo a esta comida que antes de la pandemia.
La combinación equilibrada de varios grupos de alimentos no es el único parámetro que debemos tener en cuenta al analizar lo que consumimos. Que los alimentos resulten inocuos, y por tanto, su ingesta no represente un peligro microbiológico, físico o químico para los comensales, es de vital importancia. De acciones y claves para una inocuidad alimentaria comentamos aquí.
El agua mineral natural es de las más puras y sanas que existe. Una de sus grandes ventajas es que no necesita ser sometida a procesos químicos de desinfección ni filtrado para ser consumida, pues procede de acuíferos subterráneos en espacios naturales protegidos de toda contaminación.
Una nueva investigación sugiere que el vino y el queso no solo son una combinación perfecta, sino que también podrían reducir el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
Algunas bebidas pueden ser nuestras mejores aliadas para evitar la digestión lenta y pesada tras una copiosa cena.
Como media en Navidad se aumenta casi dos kilos en un solo mes. Pero, ¿realmente nos hacen subir de peso los alimentos típicos de Navidad?, la respuesta es no, muchos de estos alimentos no solo no engordan si no que tienen muchos beneficios para la salud.
La Navidad generalmente es propicia para los excesos en la alimentación. Durante estas fechas no solo llegan los regalos, las decoraciones sino también las celebraciones junto a familiares y amigos plagadas de comida y bebida. Usar platos pequeños para medir raciones, consumir alimentos depurativos, diseñar un menú equilibrado o planificar actividades son algunas claves para mantener una alimentación saludable durante las fiestas.
En los meses de invierno cambia nuestra alimentación y el cuerpo nos pide platos más calientes y menos ensaladas. ¿El motivo? Nuestro organismo consume más energía para combatir la temperatura exterior y mantener el calor corporal, y una buena manera de hacerlo es con platos de cuchara, pero también con alimentos que potencian tu calor interno.
Una variante para afrontar y combatir la pandemia de la COVID-19, desde la alimentación, es la Dieta Mediterránea, y este 16 de noviembre celebramos el X aniversario de su declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
El pan, el chocolate y la leche conforman el pódium de alimentos en torno a los cuales hay toda una colección de mitos construida: el aporte calórico, las horas a las que hay que consumirlos, sus efectos en el funcionamiento de nuestro organismo e incluso en nuestra apariencia… son factores examinados con lupa desde hace tiempo. Pero ¿qué porcentaje de verdad existe detrás de las leyendas urbanas formadas en torno a ellos? A continuación abordamos algunos mitos en torno a la leche y su consumo.
Así como los hidratos, muchas veces las grasas son maltratadas en nuestra dieta y eliminadas de la misma, sobre todo, cuando se busca perder peso. Craso error. Comer grasa no implica necesariamente acumular grasa, y desde luego no debemos eliminarlas de nuestra alimentación, puesto que se trata de un nutriente esencial para nuestro organismo. Lo que sí debemos hacer es aprender a elegir las más saludables y beneficiosas para nuestro organismo.
Son ricas, sabrosas, variadas y pueden sacarnos de más de un apuro culinario. ¿Invitados sorpresa? ¿Fallos eléctricos? ¿Cena improvisada?. Las conservas son unos aliados perfectos en estos casos. Alimentarse sólo de ellas no es lo más sano del mundo. Al menos eso dicen los entendidos. Y aunque muchos alimentos pierdan nutrientes durante el proceso de conservación, puede que no sean tantos como creemos.



























