
En un barrio acostumbrado a las aperturas sofisticadas y a los conceptos cosmopolitas, hay una nueva mesa que está despertando más curiosidad que discreción: Thai Retiro, la versión íntima y refinada del ya conocido Thai Arturo Soria, una casa que ha hecho de la gastronomía tailandesa un lenguaje propio en Madrid. Esta nueva dirección no busca replicar exactamente el original, sino acercar a la capital —en un formato más reducido y muy cuidado— la esencia de la cocina base de Tailandia, esa que mezcla técnica, equilibrio, emoción y una sorprendente delicadeza detrás de cada aroma.
El primer mordisco lo deja claro. En los aperitivos ya se entiende la intención: Pho Phia, esos rollitos tan crujientes como adictivos; o el Parn Thong, unos triángulos de pasta de arroz que encierran confit de pato asado desmechado y verduras aromatizadas a la canela, un bocado que resume como pocos esa armonía entre especias cálidas y frescor vegetal tan propia del sudeste asiático. A partir de ahí, el viaje continúa con clásicos que la casa domina con aplomo, como las perlas de vieira, puro mar con un toque cítrico muy controlado que las convierte en uno de esos platos que se quedan en la memoria.

La esencia tailandesa interpretada desde Madrid
Thai Retiro no renuncia a los grandes símbolos culinarios del país, y por eso su Pad Thai con hojas de hierbabuena, es uno de los platos que mejor define el espíritu del restaurante: un equilibrio perfecto entre dulce, ácido, salado y picante que demuestra que la tradición, cuando se respeta, emociona. Pero esta casa también tiene sello propio. Detrás del proyecto está Estefanía Serrano, azafata de vuelo, que ha convertido cada viaje en una fuente de inspiración. Su mirada cosmopolita se nota en creaciones como el Kaeng Khei Wham Praw, curry verde con merluza crujiente, aceite de albahaca y tomates cherry, un plato luminoso que combina autenticidad tailandesa y sensibilidad contemporánea.

Para quienes buscan una propuesta más ágil, el restaurante ofrece un menú ejecutivo ideal para el día a día sin renunciar al sabor y la técnica. Y para quienes prefieren una experiencia completa, un menú degustación que propone un recorrido por los sabores esenciales de Tailandia —frescos, intensos y precisos— con ese toque equilibrado que se ha convertido en la identidad de la casa.
Con esta apertura, Thai Retiro no solo suma un nuevo capítulo para los amantes de la cocina asiática, sino que refuerza la presencia de una gastronomía —la tailandesa— que lleva años conquistando Madrid gracias a su armonía de contrastes, su alma callejera refinada y esa manera única de convertir cada plato en un viaje.









