Consejo Regulador de la D.O. Navarra califica la añada 2015 como “muy buena”

Consejo Regulador de la D.O. Navarra califica la añada 2015 como “muy buena”
<p>&ldquo;Muy buena&rdquo; es la nota que ha obtenido la a&ntilde;ada 2015 de la Denominaci&oacute;n de Origen Navarra. Una calificaci&oacute;n que otorga el Consejo Regulador a la &uacute;ltima cosecha, tras analizar el informe que emite el&nbsp; Instituto Navarro de Tecnolog&iacute;as e Infraestructuras Agroalimentarias (INTIA). La cosecha ha destacado, sin duda, por su calidad, a la luz de los datos obtenidos y de los resultados de las catas organol&eacute;pticas de los vinos j&oacute;venes de la a&ntilde;ada 2015.</p>
Consejo Regulador de la D.O. Navarra califica la añada 2015 como “muy buena”
Consejo Regulador de la D.O. Navarra califica la añada 2015 como “muy buena”
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Martes, Mayo 17, 2016 - 19:25

Según el informe, los vinos blancos destacan por su intensidad aromática y su volumen y persistencia en boca. La gama de rosados de la Denominación de Origen Navarra se caracteriza en esta ocasión por contar con una variedad de vinos que abarcan desde los tradicionales rosados con toques de  golosina y frutos rojos de la variedad Garnacha hasta los más modernos de tonalidades más pálidas para satisfacer la demanda de los mercados internacionales.

 

Los vinos tintos destacan por su equilibrio, dejando en la boca una agradable sensación donde la acidez y el alcohol conviven en armonía, todo ello matizado por los aromas a frutas rojas y negras.


La campaña ha sido complicada desde un punto de vista agroclimático. Tras una entrada del invierno tardía, los meses de noviembre y diciembre fueron en general húmedos y templados. Las lluvias recogidas no hicieron más que aumentar las reservas hídricas del suelo para el posterior aprovechamiento del viñedo.

 

La primavera llegó a ser más cálida y seca de lo normal, recuperando algo el retraso, ya que la viña iniciaba un ciclo vegetativo tardío con respecto a la media de la D.O. Navarra. Esta tendencia se invirtió con la entrada del verano por las abundantes precipitaciones.

 

Agosto y septiembre fueron meses muy óptimos para la maduración de la uva porque en general  fueron secos y frescos.


La vendimia se iniciaba el 24 de agosto en Corella con la variedad Moscatel de Grano Menudo. La recogida de las variedades tintas llegó con retraso y la campaña no se generalizó hasta octubre. El 11 de noviembre se recogían las últimas uvas.

 

En concreto, la cosecha se caracterizó por unas condiciones óptimas de vendimia y rendimientos altos, especialmente en las variedades Garnacha, Tempranillo y Merlot. El estado sanitario de la uva fue perfecto, los parámetros de color medios y altos y la acidez total media