
La campaña de vendimia 2025 ha comenzado oficialmente este lunes en la denominación de origen Montilla-Moriles, en la provincia de Córdoba. Este territorio andaluz es reconocido por ser el primero en iniciar la recolección de uva en Europa, marcando así el inicio simbólico del calendario vitivinícola en el continente.
Según datos de Asaja Córdoba, las primeras variedades recogidas han sido blancas de maduración temprana, como Chardonnay, Sauvignon Blanc, Verdejo y Moscatel. Estas se destinarán a la elaboración de vinos jóvenes y mostos frescos.
Una vendimia marcada por la baja producción y el mildiu
Juan Manuel Centella, presidente de la Sectorial de Viña de Asaja Córdoba, ha informado que la vendimia 2025 se presenta con una producción muy baja debido al fuerte ataque de mildiu que han sufrido los viñedos durante la temporada. Esta enfermedad ha afectado gravemente la maduración de las uvas, provocando una gran disparidad entre parcelas.
En campañas anteriores, Montilla-Moriles recogía entre 38 y 40 millones de kilos de uva. Sin embargo, este año se prevé una reducción del 50%, con apenas 18 millones de kilos estimados. Esta merma no solo afectará a las bodegas, sino también a cientos de viticultores de la zona, cuya economía depende de este cultivo.
“La maduración desigual complica mucho la recolección manual y la planificación de las bodegas”, asegura Centella.
La Pedro Ximénez, aún por recolectar
La Pedro Ximénez, variedad autóctona de Montilla-Moriles y estandarte de sus vinos generosos, aún no ha comenzado su recolección. Será la última en vendimiarse, como es habitual, y su rendimiento este año también está condicionado por las condiciones sanitarias y climatológicas.
Respecto a la uva tinta, su presencia en la denominación es cada vez menor y simbólica. Se estima que este año se recojan unos 600.000 kilos en total.
Impacto en precios y perspectivas del mercado
Aunque aún no hay precios oficiales, desde Asaja Córdoba se prevé que la escasez de uva provocará un aumento del precio por kilo, como una medida para compensar las pérdidas de producción. Esta situación puede suponer un reto para las bodegas que elaboran vinos jóvenes y generosos, pero también una oportunidad para revalorizar el trabajo de los viticultores.
La vendimia de Montilla-Moriles no solo inaugura la campaña vitivinícola en España, sino que pone en valor el papel estratégico de los vinos cordobeses en el mapa enológico nacional e internacional.