Los licores han llegado a nuestras mesas como dulces sorbos que nos pacifican y nos colman de beneplácito el espíritu. Una selección de ellos puede ser ideal para un momento de amor especial.
Cada vez son más los comensales que no quieren perderse ni un solo detalle del plato que los mejores chefs están cocinando para ellos y que justifican los más de doscientos euros por persona que cuesta darse el gustazo en un local de tres estrellas.







