200 Monges Reservado Rosado 2017, por Marla González

200 Monges Reservado Rosado 2017, por Marla González
En “Un Vino, Un Sumiller”, Marla González, campeona de España de cata ciegas, nos presenta el 200 Monges Reservado Rosado 2017, un rosado de guarda elaborado con Viura y Garnacha. Un vino elegante, umami y versátil que rompe prejuicios y reivindica el valor del rosado en la alta gastronomía.
Marla González
Marla González
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Cristina Ybarra
Viernes, Octubre 17, 2025 - 08:00

En nuestra sección “Un Vino, Un Sumiller”, esta semana nos acompaña Marla González, sumiller y Brand Ambassador de 200 Monges Vinícola Real, para descubrir uno de los rosados más singulares de España: 200 Monges Reservado Rosado 2017, un vino que rompe clichés y eleva la categoría de los rosados a la altura de los grandes blancos y tintos de guarda.

Marla González, campeona de España de cata ciegas en 2022 y 2025, y finalista en la Cata por Parejas en esos mismos años, pertenece a una nueva generación de sumilleres que unen rigor técnico, sensibilidad sensorial y pasión por comunicar. En el campeonato del mundo de este año, su equipo alcanzó un séptimo puesto, demostrando el nivel del talento español en la escena internacional.

¿Qué significa este vino para ti?

“Es un vino que a mí me gusta mucho, me parece muy versátil y muy gastronómico. Puedes combinarlo con casi cualquier cosa. Es umami, es salino, tiene entrada de blanco y luego una retro de uva tinta. Y porque, bueno, los rosados siempre están un poco más denostados, creo que es importante reforzar que un rosado puede ser igual de bueno que un blanco o un tinto.”

En su descripción, Marla revela la esencia del 200 Monges Reservado Rosado 2017: un vino que desafía etiquetas. Elaborado con 70% Viura y 30% Garnacha tinta sin despalillar, destaca por su estructura, equilibrio y profundidad. Su proceso de elaboración es meticuloso: la Viura realiza una maceración pelicular de 24 a 48 horas, después se une con la Garnacha tinta entera y fermenta conjuntamente antes de ser sangrado.

Tras la fermentación, el vino pasa 20 meses en barrica, mitad roble americano, mitad roble francés, donde adquiere una complejidad aromática y gustativa inusual en un rosado. Finalmente, reposa en acero inoxidable hasta su embotellado en 2022, afinando su perfil y preservando su frescura.

Si tuvieras que describirlo en tres palabras o características, ¿cuáles serían?

“Umami, crujiente y sápido.”

Tres palabras que, en boca de Marla, resumen la naturaleza de un vino que es profundo y elegante, pero también vibrante y moderno.

rosado
200 Monges Rosado Reserva 2017 (foto cedida por la bodega)

Características sensoriales

Color: piel de cebolla con matices bronce que denotan su crianza y su carácter de guarda.
Aromas: notas sutiles de madera, tostados, frutas del bosque, fruta de hueso y hierbas aromáticas del monte bajo (manzanilla, tomillo).
Boca: elegante, fresca y golosa, con un paso largo y un final sápido. La acidez está perfectamente equilibrada, y el recuerdo frutal persiste con nobleza.
Variedades de uva: Viura y Garnacha, con pequeñas proporciones de otras variedades tradicionales como Tempranillo o Calagraño.

Origen e historia: cuando el rosado se convierte en legado

“Es la primera vez que se elabora un rosado, en 2017. Miguel Ángel, el alma de la bodega, no quiso sacarlo hasta sentirse plenamente orgulloso de lo que había logrado.”

La historia de Vinícola Real está marcada por la visión y la paciencia. Fundada en 1992 por Miguel Ángel Rodríguez, en Albelda de Iregua (La Rioja), la bodega nació con la ambición de crear vinos de guarda que trascendieran modas.
Tras consolidarse con tintos de carácter y blancos longevos, Miguel Ángel decidió dar un paso más y elaborar un rosado que reinterpretara las tradiciones riojanas con precisión artesanal y mirada contemporánea.

El nombre 200 Monges no es casual. Hace referencia al monasterio de San Martín de Albelda, donde se escribió en el siglo X un códice que contiene la primera mención conocida a los números árabes en Europa. La leyenda cuenta que allí vivieron “doscientos monjes”, aunque el propio término “monge” (con G) procede del castellano antiguo y significa “único”, en alusión a lo excepcional y singular, valores que la bodega hace suyos.

“Queríamos que el vino también contara una historia. Y en este caso, esa historia habla de autenticidad, de tiempo y de respeto al origen”, añade Marla.

El viñedo: un tesoro entre Albelda de Iregua y el Alto Najerilla

Las uvas de este rosado proceden de dos pequeñas parcelas situadas en La Rad, en Albelda de Iregua, con una superficie total de 1,1 hectáreas. Las viñas viejas de más de 80 años, plantadas en vaso con marco de 1,30 x 1,30 metros, producen menos de un kilo por cepa, garantizando una concentración y calidad excepcionales.

La vendimia se realiza manualmente, en cajas de 10 kg, con una doble selección de racimos: primero en la viña y luego en bodega. Tras un estrujado suave, la pasta pasa a la prensa en atmósfera inerte y macera durante 24 horas. El mosto flor se sangra sin prensar y fermenta de manera espontánea con levaduras indígenas a temperatura controlada de 15 ºC.

Después, el vino se sangra y pasa a barrica, donde permanece 20 meses antes de afinarse en depósitos de acero inoxidable, preservando su tensión y su pureza aromática.

Es un rosado con crianza larga, ¿cómo es el proceso?

“La Viura realiza una maceración pelicular de entre 24 y 48 horas y posteriormente macera con la Garnacha sin despalillar. Tras fermentar, se sangra y pasa a barrica durante 20 meses, con un 50% de roble americano y un 50% francés. Luego, la crianza en inoxidable evita la evolución excesiva del vino y mantiene su frescura.”

Un proceso lento, preciso y artesanal que da lugar a un rosado de guarda con estructura, profundidad y elegancia, capaz de evolucionar con el tiempo sin perder vivacidad.

¿Qué le dirías a alguien que aún piensa que el rosado es un vino menor?

“Le diría que tiene que beber más y abrir su mente. Cualquier vino puede ser grande si se elabora con buenas uvas y con respeto. El color no define la calidad, la historia y la técnica sí.”

Una afirmación que sintetiza la nueva corriente de sumilleres que buscan derribar prejuicios. El rosado, lejos de ser un vino “de verano”, puede ser tan complejo y gastronómico como cualquier gran tinto.

Si este vino tuviera banda sonora, ¿cuál sería?

“Where the Wild Roses Grow” de Nick Cave con Kylie Minogue. Ella aporta la sutileza; él, la rabia y la potencia. Una mezcla perfecta, como este vino.”

Una elección poética que resume el espíritu del vino: belleza y tensión, dulzura y fuerza, sutileza y carácter.

Maridaje perfecto

“Un plato de jamón ibérico, unas buenas gambas o un suquet de pescado. También con erizos de mar. Es un vino muy versátil.”

Gracias a su estructura y acidez equilibrada, este rosado se convierte en compañero ideal de la cocina mediterránea y los productos del mar, pero también sorprende junto a carnes blancas o platos especiados.

Vinícola Real, un legado de guarda y autenticidad

Vinícola Real ha consolidado su reputación como una de las bodegas más singulares de Rioja, fiel a una filosofía que combina el tiempo, la paciencia y la identidad del terruño.
Con más de tres décadas de trayectoria, la casa continúa defendiendo la artesanía y el respeto por la historia, uniendo pasado y futuro en cada botella.

Si te apasionan los vinos con historia, descubre más entrevistas en nuestra sección Un Vino, Un Sumiller, donde los grandes profesionales del vino nos muestran cada semana un nuevo universo sensorial.