
La industria pesquera de Galicia atraviesa una crisis de pesca que reabre heridas del pasado. Aunque en los últimos años la producción ya venía reduciéndose, en esta ocasión el cierre de temporada se ha adelantado debido al agotamiento de la cuota de pesca, adquirida antes de iniciar la campaña. Las embarcaciones se han visto obligadas a amarrar ante la falta de permisos para capturar sardina ibérica.
La Secretaría General de Pesca confirmó oficialmente que se ha alcanzado el máximo cupo disponible para el caladero del Cantábrico Noroeste. La cifra total se cerró en 10.132 toneladas, además de un extra logrado gracias al intercambio de mercancías con Portugal. Según el comunicado, a 14 de agosto ya se habían recogido 1.250 toneladas de las 1.500 conseguidas hasta el cierre repentino de esta semana.
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¿A quién afecta la falta de sardina en la pesca gallega?
El problema impacta especialmente en las embarcaciones pequeñas. Estas, limitadas por la distancia que pueden recorrer, no tienen acceso a zonas donde la pesca se diversifica. Así, aunque tan solo haya sardinas y anchoas en sus aguas, no pueden salir a capturarlas.
El dilema radica en no haber adquirido una cuota mayor cuando todavía estaba disponible. Los cerqueros comparten cupos comunes y, una vez agotados, deben amarrar sus barcos. Más tarde ya no tienen posibilidad de capturar los peces por los que se había pagado.
Algunas embarcaciones particulares aún cuentan con toneladas disponibles por consumir. Incluso tras haber vendido un tercio de su cuota anual a otros cerqueros, les restan más de mil toneladas por pescar.
Para los consumidores, la sardina empezará a escasear en las pescaderías, aunque todavía se podrá encontrar producto fresco procedente de las Rías Baixas, cuya flota, a 15 de agosto, mantenía un margen de 188 toneladas por capturar.
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El conflicto con las autoridades
La bolsa común entre España y Portugal está controlada por la Comisión Europea, con un reparto que, según la Xunta de Galicia, resulta desigual. La flota lusa fue autorizada a quedarse con el 66,5% de la carga de 2025, mientras que la española solo recibió el 33,5%.
El Ministerio de Pesca, Agricultura y Alimentación trabaja para alcanzar una solución antes de que finalice la primera quincena de septiembre. Los cerqueros insisten en que “la biomasa está en perfectas condiciones” y reclaman un aumento de la cuota permitida.