

Del champán al crémant, del blanc de blancs al rosado, exploramos los matices que hacen únicos a los vinos espumosos del mundo.
Contrario a lo que muchos consumidores creen, champán no es un término genérico para designar cualquier vino espumoso. Se trata, en realidad, de una denominación de origen controlada, exclusiva de un vino elaborado con variedades específicas de uva cultivadas en una región concreta del norte de Francia.
Hecha esta necesaria aclaración, el mundo de los espumosos se despliega en una sorprendente diversidad de estilos, desde clasificaciones técnicas como los vinos de añada o sin añada, hasta variantes según el método, el color o incluso la presión del gas.
Sin añada
Los vinos espumosos sin añada se elaboran a partir de una mezcla de vinos de distintos años. En Champagne, es la categoría más clásica y extendida. Se emplean vinos de la última cosecha combinados con vinos de reserva para aportar complejidad, equilibrio y madurez. Las grandes casas suelen añadir uno o dos años de crianza en bodega a estos vinos, e incluso las cuvées multi-añada de prestigio pueden superar en calidad a muchos vinos de añada.
Una pista visual: los espumosos blancos sin añada tienden a presentar colores más pálidos, sin importar su procedencia.
De añada
Un champán de añada (millésimé) debe proceder, por ley, 100% del año indicado, aunque otras legislaciones permiten porcentajes menores. Se declara solo en añadas excepcionales, cuando la calidad es tan buena que el vino no necesita mezclarse con otras cosechas.
Estos vinos suelen tener más longevidad, requieren unos años de crianza en botella para expresar todo su potencial y ofrecen mayor profundidad sensorial. Visualmente, tienden a tener un color pálido que se intensifica con el tiempo.
Blanc de blancs
Elaborado únicamente con uvas blancas —en Champagne, exclusivamente chardonnay—, el blanc de blancs es sinónimo de elegancia, tensión y longevidad. En su juventud puede parecer austero, pero con el tiempo desarrolla amplitud, cremosidad y notas de frutas tropicales, galleta, almendra y nuez de Brasil.
Fuera de Champagne, estos vinos tienen un notable éxito comercial, sobre todo en su versión brut.
Blanc de noirs
A pesar de su nombre —“blanco de negros”—, este vino se elabora con uvas tintas como pinot noir y pinot meunier, buscando un resultado lo más claro posible. En América suelen ser más coloreados, mientras que en Champagne se valoran los tonos pálidos.
Un referente icónico es el Vieilles Vignes Françaises de Bollinger, elaborado con pinot noir de cepas prefiloxéricas sin injertar.
Rosado
El champán rosado es el único rosado de la UE que puede elaborarse mezclando vino blanco con tinto. Otros espumosos rosados deben su color a la maceración de los hollejos. Ambos métodos son válidos y pueden dar lugar a vinos excelentes o mediocres.
Por lo general, los rosados tienen menos acidez que los blancos, por lo que se recomienda consumirlos jóvenes. Su estilo suele ser floral, fragante y delicado; si se guarda demasiado, puede tornarse anaranjado, perdiendo frescura.
Crémant
Aunque fue un término común en Champagne, crémant pasó a designar espumosos de otras regiones francesas como Alsacia o Borgoña. Se caracteriza por una espuma más cremosa y suave, que se despliega lentamente, dejando un cordón uniforme en el interior de la copa.
Extra brut (sin dosage)
Conocido también como brut nature o zero dosage, es el estilo más seco y austero. Nació en los años 90, influenciado por tendencias de consumo más “ligeras”, pero sufre críticas por carecer de suavidad y generosidad. Sin adición de azúcar, muchos pierden el carácter redondo que los amantes del champagne maduro tanto valoran.
Cuvées de prestigio
Son las etiquetas más icónicas —y costosas— del universo espumoso: Dom Pérignon, Cristal, Belle Époque…. Su principal rasgo diferenciador es la selección extrema de los vinos base, buscando una expresión refinada del estilo de la casa. Se elaboran en cantidades limitadas, lo que justifica su elevado precio.
Tinto
Curiosamente, los espumosos tintos están prohibidos en Champagne. Solo se autorizan blancos y rosados. Pero la línea entre un rosado oscuro y un tinto claro es difusa, y fuera de la región no existen normas estrictas que regulen su intensidad cromática.
Una burbuja, mil estilos
Como ves, detrás de cada copa de vino espumoso hay una historia de origen, de técnica y de intención. Comprender estos estilos no solo ayuda a elegir mejor, sino a disfrutar más. Porque en el mundo de las burbujas, cada detalle cuenta.