
En Yucatán, cada bocado cuenta una historia. Recetas que han sobrevivido siglos de transmisión oral, entre fuegos de leña y comales de barro, hoy reciben un reconocimiento institucional que fortalece su vigencia y proyección. Un grupo de 12 cocineras y cocineros tradicionales de tres municipios del estado acaba de obtener la certificación EC 1084, un aval que legitima formalmente su conocimiento ancestral.
¿Qué es la certificación EC 1084?
Desarrollada por el Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana (CCGM) en coordinación con el organismo federal Conocer, esta certificación reconoce competencias adquiridas en el ejercicio práctico de la cocina popular y tradicional mexicana. En vez de exigir formación académica, valora la experiencia vivida, convirtiéndola en un título con validez nacional.
La entrega de esta certificación en Yucatán forma parte de una iniciativa impulsada por la Secretaría de Fomento Turístico del Estado (Sefotur) para fortalecer el patrimonio gastronómico local y abrir nuevas oportunidades de desarrollo a sus protagonistas.
Tres municipios, doce historias
El proceso tuvo lugar en el Parador Turístico de Yaxunah, municipio de Yaxcabá, donde los participantes realizaron un curso de alineación al estándar y una práctica de evaluación. Las personas certificadas provienen de tres municipios:
- Santa Elena: Elda María Lozano Itzá y Gladys Concepción Collí Ek.
- Valladolid: Eulalia Moo Poot, Leonila Tun y Noh, Lucila Poot Chay y Martha Fernanda Mex Chan.
- Yaxcabá: Holga Marleni Tamay Canul, Pat Moo Yanely, Juana de la Cruz Mex Ucan, María Dominga Tuz Padilla, Jafet Obed Tec Canul y María Margarita Canul Uicab.
El proceso fue acompañado por chefs instructores del CCGM: Beatriz Compeán Villa, Fanny Elizabeth Cruz Ponce de León, Abel Hernández López y Sheila Natalia Moreno Hernández.
Más que un documento, un acto de justicia cultural
La entrega de esta certificación representa algo más que una validación profesional. Es un reconocimiento simbólico a generaciones de cocineros y cocineras que han preservado platillos como la cochinita pibil, el mucbilpollo, los papadzules o el relleno negro. Se trata de una acción concreta para dignificar su trabajo, ampliar sus horizontes y consolidar su rol como embajadores de la identidad yucateca.
Además, estas certificaciones abren puertas para la inclusión en ferias, mercados nacionales e internacionales, colaboraciones con chefs contemporáneos y proyectos turísticos centrados en la experiencia gastronómica auténtica.
Impulsar el sabor de Yucatán desde sus raíces
Para Sefotur Yucatán, esta es solo una etapa dentro de una estrategia más amplia que busca posicionar a la gastronomía local como motor de desarrollo turístico y económico. Reconocer el valor de los saberes tradicionales es también una forma de preservar la biodiversidad alimentaria, las técnicas prehispánicas y el vínculo emocional de la cocina con las comunidades.
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