Bacon Martini: el cóctel que mezcla destilados y panceta

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Bacon Martini

La coctelería contemporánea no deja de sorprender con giros inesperados, y uno de los más curiosos, y polémicos, es el Bacon Martini, también conocido como Bacontini. Este cóctel, nacido en Estados Unidos, une dos elementos aparentemente opuestos: la sobriedad elegante del martini clásico y el toque irreverente del bacon, un icono de la cultura gastronómica norteamericana.

¿De dónde surge el Bacon Martini?

El origen de esta creación se remonta a principios de los años 90 en Los Ángeles, cuando el bartender Perry Butler, propietario del restaurante Martini’s Bar & Grill en Pasadena, decidió experimentar con un ingrediente muy popular en la cocina estadounidense: el bacon. Inspirado por la tendencia de la cocina fusión y la búsqueda de sabores intensos, Butler ideó un martini con vodka infusionado en bacon, al que bautizó como Bacon Martini.
Aunque en su momento fue considerado un experimento excéntrico, rápidamente llamó la atención en la escena coctelera californiana, convirtiéndose en un símbolo de la coctelería más audaz.

Ingredientes principales del Bacontini

El Bacon Martini no es simplemente un martini con un trozo de panceta como adorno; su clave está en la infusión de vodka con bacon. El procedimiento tradicional consiste en freír tiras de bacon, retirar la grasa sobrante y mezclar las piezas ahumadas con vodka, dejándolas reposar durante varias horas para que el destilado adquiera el sabor característico.
A partir de ahí, la receta varía según el bartender, pero la versión más común incluye:

  • Vodka infusionado en bacon (base del cóctel).

  • Un toque de vermut seco (como en el martini clásico).

  • Guarnición de bacon crujiente o aceituna rellena, para equilibrar la grasa con un punto salado.

Algunos mixólogos contemporáneos añaden humo líquido, jarabe de maple o bitters aromáticos para potenciar el contraste entre lo dulce, lo salado y lo ahumado.

La historia detrás del éxito

El Bacon Martini representa el espíritu de la coctelería estadounidense de finales del siglo XX: creatividad sin límites y una clara apuesta por lo extravagante. A medida que el culto al bacon se consolidaba en la gastronomía popular, con donuts, cupcakes o hamburguesas coronadas con panceta, esta bebida encontró su lugar como curiosidad imprescindible en menús de bares innovadores.
Su fama creció en la primera década de los 2000, cuando chefs y bartenders abrazaron la tendencia del “fat washing” (lavado de grasa), una técnica que permite infusionar destilados con grasa de alimentos como bacon, mantequilla o frutos secos, creando sabores intensos y sofisticados.

¿Cómo se bebe?

El Bacontini no es un cóctel ligero ni para todos los paladares. Su carácter graso, ahumado y salado lo convierte en una propuesta más cercana a un aperitivo gastronómico que a un trago refrescante. Por eso suele servirse en copas frías tipo martini y en cantidades reducidas, ideal para abrir el apetito acompañado de frutos secos, quesos curados o incluso tapas de estilo ahumado.

Curiosidades del Bacon Martini

  • Es considerado un cóctel “de culto”, buscado por curiosos y amantes del bacon en ciudades como Los Ángeles, Nueva York o Las Vegas.

  • Ha inspirado múltiples variantes, como el Bacon Bloody Mary, que sustituye el vodka simple por vodka con infusión de panceta.

  • Representa la unión entre la cultura del brunch americano y la coctelería de autor.

El Bacon Martini es, en definitiva, un cóctel que refleja la creatividad de la mixología moderna: atrevido, inesperado y con un guiño al hedonismo gastronómico. Puede que no sea para todos, pero quien lo prueba difícilmente lo olvida.

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