Rai Recoder (Deleito): ambición, vértigo y éxito de la nueva generación de la hostelería

Rai Recoder (Deleito): ambición, vértigo y éxito de la nueva generación de la hostelería
Tres años después de montar Deleito, Rai Recoder ya se ha convertido junto a sus socios en un referente del emprendimiento joven en la hostelería española. Hamburguesas gourmet, delivery, marketing y la empatía que marca el relevo generacional en el sector.
Rai Recoder, Director General de Deleito
Rai Recoder, Director General de Deleito
Maria Carrasco
Lunes, Noviembre 24, 2025 - 18:22

Con 31 años y un imperio, podría parecer que hablamos de un personaje de Gladiator. Sin embargo, aunque con grandes luchas —contra uno mismo y contra la propia industria— hablamos de hostelería, de emprendimiento y de Rai Recoder, CEO y cofundador de Deleito.

Invitado como ponente a Disruptiva, el anti-evento que llegó a Madrid para romper con los moldes de la restauración tradicional, Rai compartió con los asistentes algunos de los aprendizajes que lo han llevado al éxito a una edad tan temprana, uno que llegó acompañado de una dura caída en su salud mental. Recoder subrayó la importancia de ser un buen directivo desde la empatía: con el equipo, pero también con uno mismo.

En una conversación posterior con Excelencias Gourmet, profundizamos en el hecho de convertirse en referente dentro de un panorama que, pese a evolucionar, sigue ofreciendo resistencia a nuevas propuestas dentro del sector.

Deleito es una cadena de hamburgueserías gourmet que, con solo tres años de vida, se ha posicionado como modelo de street food mediterránea. Con tres locales físicos, una food truck y servicio delivery, Deleito promete llevar “las puertas del cielo” directamente a casa… en forma de hamburguesa.

¿Qué se siente al ser un referente de la hostelería española siendo tan joven?

No sé si diría que soy un referente, pero al final es un orgullo. Siempre sin perder la humildad y el trabajo duro, porque es verdad que también desde fuera se ve todo muy bonito, pero lo que hay detrás, a nivel de equipo, a nivel de cultura de trabajo convierte al mundo de la restauración es muy complicado.

Depende también mucho del mercado. No todo depende de uno mismo. Entonces, es disfrutarlo, también, porque creo que es importante disfrutar de las cosas y de los buenos momentos. Y también, obviamente, del reconocimiento de la gente, pero siempre pensando en seguir, en que mañana es otro día, que hay que seguir trabajando y que acabamos de empezar.

Llevamos tres años y ojalá podamos ser realmente una cadena de hamburgueserías, ya no solo en España, sino en otros países.

¿El objetivo entonces es ampliar Deleito a nivel global?

Creo que la visión es siempre a largo plazo, pero es importante tener claro el objetivo por el que todos trabajamos en la empresa e intentamos que cada persona que entra desde el día uno la conozca y luche por ella.

Me gusta preguntarle a veces a nuestros trabajadores porque parece que a veces en el día a día se nos olvida para qué estamos haciendo las cosas y el poder tenerlo claro y saber que todos estamos luchando para que el Deleito se convierta en un referente mundial, pues nos ayuda un poco más en las decisiones que tomamos cada día.

Vuestro volumen de trabajadores está en la centena aproximadamente, ¿cuál es la cultura del trabajo a la que te referías?

Somos más de 100. Es decir, tenemos unos 100 fijos, pero es verdad que nosotros también hacemos la parte de temporada alta, que sobre todo es en verano, donde tenemos un equipo de eventos muy importante. Este año hemos hecho más de 60 eventos diferentes grandes, sobre todo festivales de música, conciertos, etc. Allí sí que ampliamos la plantilla más o menos a unos 250 personas.

¿Cómo fueron tus primeros pasos como CEO para llegar tan joven a tal puesto?

Tenía antes una oficina de comunicación corporativa en Barcelona. Debía de tener 23 años cuando emprendí. Así que desde muy joven existía la idea de crear equipo y de crecimiento empresarial.

Luego vendí esa agencia, tuve un impás hasta montar Deleito, donde me dediqué como director de marketing a un par de startups, pero enseguida esa vena emprendedora me hizo volver a lanzarme al vacío y empezar con Deleito.

¿Tienes una cierta afición al riesgo, no?

Algo así. Uno cuando se mete, si realmente lo llevas en la sangre, siempre digo que te vuelves adicto, porque es una adrenalina del día a día. Si eres despierto y tienes hambre de más, siempre desde esta ambición trabajada desde la parte positiva y desde la autoexigencia controlada, pues creo que te cuesta salir. Yo ya no me veo trabajando nunca para otra empresa.

Comentabas que en cierto momento llegaste a un bucle un tanto autodestructivo, ¿en qué momento te das cuenta de que tienes que salir de ahí?

Yo creo que le pasa a mucha gente cuando llegas al límite o cuando lo sobrepasas. En mi caso, llegué a tener crisis de ansiedad muy fuertes que me llevaron al hospital y que no me dejaban conseguir una vida cotidiana, normal. A partir de ahí empecé a trabajar en mí mismo, a entender que no el que trabaja más y se autoflagela más es el que está haciendo las cosas bien, sino todo lo contrario.

Uno tiene que estar bien para transmitir a la gente de su equipo bienestar también y motivación, y luego las cosas salen mucho mejor y se toman mejores decisiones.

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