
De que el vino de Jerez es uno de los grandes tesoros enológicos de España no cabe dudas, no obstante, de su uso en coctelería suele haber menos referencias. Sin embargo, sus diferentes estilos —fino, manzanilla, amontillado, oloroso, palo cortado— cada vez más se reinventan en la barra con creatividad y buen gusto. Las propuestas van desde lo más tradicional hasta lo más innovador, sobre todo como aperitivos ligeros.
En ese sentido, el interés de los jóvenes por bebidas con menor graduación alcohólica y la versatilidad de los vinos del Marco de Jerez han dado lugar a una auténtica revolución en la copa, con mezclas refrescantes y elegantes en igual medida.
Te presentamos 5 cócteles con jerez.
Sherry Mary, el Bloody Mary de acento andaluz
El Sherry Mary deviene la versión española del clásico Bloody Mary. Se consigue a partir de la sustitución del vodka por fino o manzanilla. El resultado es un cóctel más ligero y salino, ideal para maridar con tapas como jamón ibérico, aceitunas o mariscos. Su carácter complejo combina a la perfección con el picante del tabasco y la acidez del tomate. El broche lo pone el apio fresco, un toque decorativo muy de verano.
Rebujito, el rey de las ferias
Imposible hablar de cócteles con jerez sin mencionar al Rebujito, emblema de la Feria de Abril de Sevilla. Su éxito es tan impresionante como su sencillez. Bastan unos mililitros de fino o manzanilla mezclado con refresco de lima-limón y hielo abundante para dar vida al trago.
Jerez Spritz, la conquista andaluza
Si el Aperol Spritz conquistó Europa, su primo andaluz, el Jerez Spritz, lo hace en el sur de España. Lo mismo amontillado como manzanilla se combinan con Aperol o Campari, agua con gas y una rodaja de naranja y dan lugar a esta creación alegre, equilibrado e ideal para los tardeos en terrazas.
No obstante, no es la única versión animada con spritz. En los últimos años, marcas como González Byass y Sánchez Romate han lanzado aperitivos como Croft Twist o Soho’s Fino Spritz, elaborados con mezclas de finos, cítricos y hierbas aromáticas. Su baja graduación (5,5%) y su frescura los han convertido en fenómenos de moda en ferias, chiringuitos y terrazas de verano. Su popularidad ya se extiende a consumidores en países como Inglaterra, Suiza o Alemania.
Asimismo, lo han hecho otras alternativas como el Jerez Tonic, un giro español al Gin Tonic. Para este en lugar de ginebra, se utiliza amontillado o palo cortado, que con tónica y un twist cítrico se transforma en un cóctel sencillo pero sofisticado.
Sangría de Jerez, toque especial para la tradición
La bebida veraniega por excelencia adquiere con el jerez un plus de elegancia. En general, se suele preparar con oloroso, brandy y frutas frescas.
Jerez Martini, sofisticación en copa
Para los paladares más exigentes, el Jerez Martini es una opción profunda y compleja. Toma su base en el oloroso y a él se le añade un toque de vermut seco, y se decora con aceituna o limón. En contraste con él aparece el Jerez Collins, una apuesta fresca hecha con fino o manzanilla mezclado con zumo de limón, jarabe simple y agua con gas.
Sin dudas, la versatilidad del jerez tiene espacio en cualquier barra. Sus cócteles invitan a redescubrir y reanimar la personalidad tan rica de la Denominación de Origen Protegida Jerez.