
La cocina india es un festival de sabores intensos, especias vibrantes y contrastes pronunciados. Pero ¿puede maridar bien con vino? La respuesta es sí, y el secreto está en saber leer el alma de cada plato.
Desde el picante de un curry vindaloo hasta la sutileza cremosa de un korma, la cocina india ofrece una complejidad que, lejos de chocar con el vino, puede complementarse si se elige con acierto. El truco está en dejar a un lado los vinos tánicos y estructurados, y apostar por etiquetas frescas, aromáticas y con buena acidez.
Vinos blancos: aliados naturales de las especias
Cuando hablamos de cocina india, los vinos blancos son la mejor carta de presentación. Su frescura, acidez y perfil aromático combinan bien con platos especiados, picantes y con base láctea.
Gewürztraminer: con sus notas florales, de lichi y especias dulces, armoniza con platos como el pollo tikka masala o el curry de langostinos.
Riesling (semiseco o off-dry): su dulzor equilibrado calma el picante de platos como el vindaloo o el rogan josh.
Albariño o Godello: españoles, frescos y frutales, ideales para entrantes como samosas o chutneys de mango.
Tintos ligeros y frutales: los rojos que sí funcionan
Los vinos tintos con alta tanicidad suelen chocar con el picante. Pero hay excepciones:
Pinot Noir: elegante, de taninos suaves, va bien con platos como el cordero korma o los kebabs tandoori.
Garnacha joven: frutal, amable y con buena acidez, acompaña bien un pollo tikka o platos vegetarianos con berenjenas y tomate.
Rosados: la versatilidad hecha vino
Muchas veces olvidados, los vinos rosados ofrecen una alternativa ideal para armonizar con currys suaves, platos con leche de coco o tikka de salmón.
Elige rosados con buena acidez y notas frutales, como los elaborados con Tempranillo o Syrah en España, o los de la Provenza francesa.
Su color vibrante acompaña también la estética colorida de la cocina india.
Espumosos: burbujas contra el fuego
Cuando el picante es protagonista, las burbujas ayudan a limpiar el paladar y refrescar la boca:
Cava o espumoso brut nature: va bien con platos como el chana masala (garbanzos con tomate y especias).
Prosecco: ligeramente dulce, acompaña currys de coco, pollo al curry verde o platos con piña.
Vinos dulces o fortificados: para el final (o para atreverse)
¿Y si probamos con un vino dulce tipo moscatel o un Pedro Ximénez? Algunos postres indios como el gulab jamun o el kheer de arroz combinan de maravilla con vinos de postre. Y si buscas contrastes, un toque de dulzor frente a un curry potente puede sorprender gratamente.
Un buen maridaje con cocina india
Evita los vinos con alto contenido en alcohol y taninos agresivos.
Valora vinos aromáticos, con acidez equilibrada y, en algunos casos, con un punto dulce.
Adáptate al nivel de picante del plato: cuanto más fuego, más frescura necesitará el vino.
Maridar vino con cocina india es abrir una puerta a nuevos matices, contrastes y sorpresas. Una experiencia sensorial que une tradición milenaria con el lenguaje universal del vino. ¿Te animas a probar?