La AIBG confía en Luis Ros como nuevo secretario general y abre una etapa ilusionante, de continuidad y nuevos impulsos para la gastronomía iberoamericana
El enoturismo en Portugal es mucho más que visitar bodegas; es un viaje por los sentidos, la historia y la cultura de un país vinícola.
Descubre la guía para comer marisco sin perder la elegancia, ni el disfrute. Conoce los utensilios y técnicas para cada uno, pero, si todo falla, recuerda que el marisco es mejor saborearlo que sufrirlo.
Los millennials y la Generación Z aman el picante y no es mera casualidad. Descubre por qué y el ranking de los alimentos que más desatan la sensación
Porque las fiestas se hicieron para disfrutar y para estar delante de los fogones, la industria alimentaria ha reiventado los menús navideños para degustar una cena de alta cocina desde la comodidad de un toque de horno y poco más.
"Es un movimiento con el que quiero despertar ese “veneno” de la gente, ese lado rebelde y creativo que todos tenemos dentro pero que dejamos dormir en nuestro día a día". La hostelería ya no volverá a ser la misma.
Rápido, saludable y con millones de combinaciones posibles, la clave de este emparedado está entre el pan y el queso. Sin ellos, no hay bocadillo que valga.
Cómo la televisión transformó la gastronomía española, educó a una generación y convirtió a los chefs en figuras populares. Arguiñano, los concursos culinarios y Canal Cocina enseñaron a cocinar y cambiaron nuestra relación con la comida.
La alta cocina se define como global, pero persisten asimetrías: ingredientes europeos y asiáticos se universalizan, mientras los africanos y latinoamericanos siguen etiquetados como “étnicos”. Un análisis crítico sobre los sesgos culturales que aún condicionan la gastronomía de élite.
La hospitalidad no es solo obligación del restaurante: también es responsabilidad del cliente. Explora por qué la experiencia gastronómica mejora cuando el comensal ejerce empatía, respeto y amabilidad. Una reflexión necesaria en tiempos de excesiva exigencia.
Reflexión sobre la falsa libertad de los buffets y el coste oculto del desperdicio alimentario. Comer sin conciencia no es un derecho: es el mayor pecado moderno de la gula.
Cada vez más restaurantes caen en el error de tener cartas interminables que confunden al cliente y reducen la rentabilidad. Una carta corta, clara y coherente no limita: define la identidad, transmite confianza y convierte cada plato en una experiencia memorable que sí deja huella.






































































