La gastronomía mundial actual tiene mucho que agradecer al Descubrimiento de América. El comienzo del comercio y el intercambio de productos que se produjo entre los dos lados del Atlántico, a raíz de ese hecho histórico, modificó el concepto de gastronomía existente hasta el momento.
Si es difícil llegar a estar entre los mejores del mundo, casi más difícil es mantenerse a lo largo de los años. Ese es quizás el gran éxito de Arzak, del restaurante y de Juan Mari que, durante 50 años, se ha mantenido en el pódium de la cocina a nivel mundial.
Si algo tiene Iberoamérica (y tiene muchas riquezas) es una oferta gastronómica inigualable, con una gran variedad de alimentos y bebidas y una larga tradición culinaria, junto con las técnicas más vanguardistas, chefs y restaurantes que se sitúan entre las mejores calificaciones mundiales.
La Academia Iberoamericana de Gastronomía (AIBG) ya ha abierto la convocatoria para la segunda edición de los Galardones Iberoamericanos de Gastronomía, que se entregarán a finales de este año.
Durante el último año, Zaragoza ha sido la Capital Iberoamericana de la Gastronomía Sostenible, denominación que fue otorgada por la Academia Iberoamericana de Gastronomía (AIBG) por el compromiso que ha demostrado la ciudad con el desarrollo sostenible, especialmente en el ámbito gastronómico.
El pasado 13 de febrero se celebró, en Estocolmo, una cena de gala con motivo del nombramiento de la ciudad como “Capital Europea de la Cultura Gastronómica 2023”, en presencia de su majestad el rey Carl XVI Gustaf, el príncipe Carl Philip y la hermana del rey, la princesa Christina.
En la actualidad, los cambios sociales y los nuevos estilos de vida (en gran medida, la falta de tiempo), han dado lugar a una tendencia a realizar desayunos cada vez más ligeros y poco saludables, e incluso llegar a omitirlos, con horarios de comidas desequilibrados que pueden afectar negativamente al estado nutricional.
Históricamente, en España muchos restaurantes y casas de comidas han tenido un vínculo familiar que ha permitido una continuidad en el oficio, pasando de generación en generación.
Desde el punto de vista del turismo, la Nueva Gastronomía está teniendo una incidencia muy importante. Los turistas son los primeros que quieren, cuando llegan a su destino, que la oferta gastronómica recoja esas nuevas exigencias relacionadas con la salud, la solidaridad y la sostenibilidad.
En el ámbito iberoamericano, la gastronomía peruana es una de las más importantes y que más han despuntado en los últimos años. Desde la cocina tradicional peruana, que ha recibido la influencia de diferentes culturas a lo largo de la historia, hasta la cocina creativa, con grandes referentes como Gastón Acurio, Virgilio Martínez o Pía León, Perú cuenta con una gran riqueza culinaria.
FITUR, una de las Ferias turísticas más importantes del mundo, especialmente en lo que se refiere al espacio iberoamericano, es el escenario perfecto para presentar la oferta turística de los diferentes países del mundo y de las Comunidades Autónomas de España. En la última edición, que tuvo lugar la semana pasada, la Academia Iberoamericana de Gastronomía (AIBG) aprovechó para concretar una serie de proyectos, convenios y actividades en varios stands de Iberoamérica.
Me ha parecido interesante hablar de una empresa que está haciendo esfuerzos para ofrecer productos de calidad y, al mismo tiempo, que se puedan cocinar de una manera sencilla. Me refiero a Sucesores de Cumbres Mayores, empresa española de capital mexicano, y a su producto ARRACHERA, una carne macerada producida con ingredientes locales.
Como he dicho en otras ocasiones, la Academia Iberoamericana de Gastronomía (AIBG) ha sido la principal impulsora de la Nueva Gastronomía del siglo XXI: saludable, solidaria, sostenible y satisfactoria.
Durante mi última visita a Andorra, y con motivo de la reciente incorporación al hotel del chef Andrea Tumbarello, pude asistir a un evento de lo más singular: una Cena de Gala basada en la trufa negra y blanca.
Resulta curioso cómo todas las grandes conmemoraciones, los aniversarios y festividades, se plantean siempre con un soporte gastronómico. Y cada momento del año tiene sus propios platos y recetas.
Hubo un tiempo en que el periodismo y la gastronomía no eran aún aliados. Hoy en día, sin embargo, es innegable la simbiosis que existe entre ambas disciplinas.